Y tú cíñete, en pie, diles lo que yo te mando. No les tengas miedo; que si no, yo te meteré miedo de ellos.
Gálatas 2:11 - Nueva Biblia Española (1975) Pero cuando Pedro fue a Antioquía tuve que enfrentarme con él, porque se había hecho culpable, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero cuando Pedro llegó a Antioquía, tuve que enfrentarlo cara a cara, porque él estaba muy equivocado en lo que hacía. Biblia Católica (Latinoamericana) Tiempo después, cuando Cefas vino a Antioquía, le enfrenté en circunstancias en que su conducta era reprensible. La Biblia Textual 3a Edicion Pero cuando Cefas° fue a Antioquía, me opuse a él cara a cara, porque era de condenar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero cuando llegó Cefas a Antioquía me opuse a él abiertamente, porque era digno de reprensión. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí en su cara, porque era de condenar. |
Y tú cíñete, en pie, diles lo que yo te mando. No les tengas miedo; que si no, yo te meteré miedo de ellos.
Se levantó Jonás para huir a Tarsis, lejos del Señor; bajó a Jafa y encontró un barco que zarpaba para Tarsis; pagó el precio y embarcó para navegar con ellos a Tarsis, lejos del Señor.
Respondió Dios a Jonás: ¿Y vale irritarse por lo del ricino? Contestó: ¡Vaya si vale! Y mortalmente.
El Señor dijo a Moisés y a Aarón: Por no haberme creído, por no haber reconocido mi santidad en presencia de los israelitas, no harán entrar a esta comunidad en la tierra que les voy a dar.
Jesús se volvió y dijo a Pedro: ¡Quítate de mi vista, Satanás! Eres un peligro para mí, porque tu idea no es la de Dios, sino la humana.
Y se lo llevó a Jesús. Jesús, fijando la vista en él, le dijo: Tú eres Simón, el hijo de Juan, a ti te llamarán Cefas (que significa 'Piedra').
Entre tanto, los dispersos con motivo de la persecución provocada por lo de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquia, sin predicar el mensaje más que a los judíos.
Pero algunos de ellos, naturales de Chipre y de Cirene, al llegar a Antioquia, se pusieron a hablarles también a los griegos, anunciándoles al Señor Jesús.
Llegó noticia de esto a la iglesia de Jerusalén y enviaron a Bernabé a Antioquia;
Unos que bajaron de Judea enseñaban a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. ,
Pero algunos del partido fariseo que se habían hecho creyentes intervinieron diciendo: Hay que circuncidarlos y mandarles que guarden la Ley de Moisés.
Pues bajo ningún concepto me tengo yo en míenos que esos superapóstoles.
He sido un insensato, ustedes me obligaron. Hablar en favor mío debería ser cosa suya, pues, aunque yo no sea nadie, en nada soy menos que esos superapóstoles.
Por consiguiente, nosotros ya no apreciamos a nadie por la apariencia y, aunque una vez valoramos al Mesías por la apariencia,. ahora ya no.
Después, tres años más tarde, subí a Jerusalén para conocer a Pedro y me quedé quince días con él.
Ahora que cuando yo vi que no andaban a derechas con la verdad del evangelio, le dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, estás viviendo como un pagano y en nada como un judío, ¿cómo intentas forzar a los paganos a las prácticas judías?
Ante aquéllos ni por un momento cedimos dejándonos avasallar, para que la verdad de la buena noticia siguiera con ustedes.
todo lo contrario: viendo que se me ha confiado anunciar la buena noticia a los paganos (como a Pedro a los judíos,
y reconociendo el don que he recibido, Santiago, Pedro y Juan, los respetados como pilares, nos dieron la mano a mí y a Bernabé en señal de solidaridad, de acuerdo en que nosotros nos dedicáramos a los paganos y ellos a los judíos.
A los que pequen repréndelos públicamente, para que los demás escarmienten.
pues todos faltamos muchas veces. Quien no falta cuando habla es un hombre completo, capaz de marcar el rumbo también al cuerpo entero,
Amigos, pongo siempre mucho empeño en escribirles acerca de nuestra salvación; y me veo obligado a mandarles esta carta, para animarlos a combatir por esa fe que se transmitió al pueblo santo de una vez para siempre.