¿Y qué nación hay en el mundo como tu pueblo, Israel, a quien Dios ha venido a librar para hacerlo suyo, y a darle renombre, y a hacer prodigios terribles en su favor, expulsando a las naciones y a sus dioses ante el pueblo que libraste de Egipto?
Éxodo 9:15 - Nueva Biblia Española (1975) Esta vez soltaré mi mano para herir de peste a ti y a tu pueblo, hasta que desaparezcan de la tierra. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque ahora yo extenderé mi mano para herirte a ti y a tu pueblo de plaga, y serás quitado de la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente A estas alturas, bien podría haber ya extendido mi mano y haberte herido a ti y a tu pueblo con una plaga capaz de exterminarlos de la faz de la tierra. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo podría haber vuelto mi mano contra ti y tu pueblo, y habrían perdido la vida con semejante peste. La Biblia Textual 3a Edicion Porque ahora, si Yo hubiera lanzado mi mano para azotarte con pestilencia a ti y a tu pueblo, ya habrías sido exterminado de la tierra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si en un principio hubiera extendido mi mano y te hubiese herido con la peste, a ti y a tu pueblo, habrías desaparecido de la tierra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque ahora yo extenderé mi mano para herirte a ti y a tu pueblo de pestilencia, y serás quitado de la tierra. |
¿Y qué nación hay en el mundo como tu pueblo, Israel, a quien Dios ha venido a librar para hacerlo suyo, y a darle renombre, y a hacer prodigios terribles en su favor, expulsando a las naciones y a sus dioses ante el pueblo que libraste de Egipto?
Este proceder llevó al pecado a la dinastía de Jeroboán, y motivó su destrucción y exterminio de la tierra.
sino que han de venerar al Señor, que los sacó de Egipto con gran fuerza y brazo extendido; a él adorarán y a él le ofrecerán sacrificios.
Aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil hombres. Por la mañana, al despertar, los encontraron ya cadáveres.
Las aguas, al reunirse, cubrieron carros, jinetes y todo el ejército del Faraón que habían entrado en el mar en seguimiento de Israel, y no escapó uno solo.
pero yo extenderé la mano, heriré a Egipto con prodigios que haré en el país, y entonces los dejará marchar.
Pues esta vez voy a soltar todas mis plagas contra ti mismo, tu corte y tu pueblo, para que sepas que no hay nadie como yo en toda la tierra.
Con este fin te he mantenido en tu puesto, para mostrarte mi fuerza y para que se difunda mi fama en toda la tierra.
la mano del Señor se hará sentir en el ganado del campo, caballos, burros, camellos, vacas y ovejas con una peste maligna.
El Señor cumplió su palabra al día siguiente: murió todo el ganado de los egipcios, y del ganado de los israelitas no murió ni una res.
pero los malvados serán expulsados de la tierra, los pérfidos serán arrancados de ella.