También el ganado tiene que venir con nosotros, sin quedar ni una res, pues de ello tenemos que ofrecer al Señor, nuestro Dios, y no sabemos qué hemos de ofrecer al Señor hasta que lleguemos allá.
Éxodo 8:27 - Nueva Biblia Española (1975) tenemos que hacer un viaje de tres días por el desierto para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios, como nos ha mandado. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Camino de tres días iremos por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, como él nos dirá. Biblia Nueva Traducción Viviente Para ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios, tenemos que salir al desierto, a una distancia de tres días, tal como él nos ordenó. Biblia Católica (Latinoamericana) y Yavé cumplió la promesa de Moisés: liberó de los tábanos a Faraón, a sus servidores y su pueblo, sin que quedara uno solo. La Biblia Textual 3a Edicion Iremos camino de tres jornadas por el desierto y haremos sacrificio a YHVH nuestro Dios, conforme Él nos diga. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh escuchó la súplica de Moisés: los tábanos se alejaron del Faraón, de sus servidores y de su pueblo, sin quedar ni uno. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Camino de tres días iremos por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, como Él nos dirá. |
También el ganado tiene que venir con nosotros, sin quedar ni una res, pues de ello tenemos que ofrecer al Señor, nuestro Dios, y no sabemos qué hemos de ofrecer al Señor hasta que lleguemos allá.
Respondió Dios: Yo estoy contigo, y ésta es la señal de que yo te envío: que cuando saques al pueblo de Egipto, ustedes darán culto a Dios en esta montaña.
Ellos te harán caso, y tú, con las autoridades de Israel, te presentarás al rey de Egipto y le dirán: El Señor Dios de los hebreos nos ha encontrado, y nosotros tenemos que hacer un viaje de tres jornadas por el desierto para ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios.
Cumple lo que yo te mando hoy, y te quitaré de delante a amorreos, cananeos, hititas, fereceos, heveos y jebuseos.
Después Moisés y Aarón se presentaron al Faraón, y le dijeron: Así dice el Señor Dios de Israel: Deja salir a mi pueblo, para que celebre mi fiesta en el desierto.
Replicaron ellos: El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro: tenemos qué hacer un viaje de tres jornadas por el desierto para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios; de lo contrario, nos herirá con peste o espada.
Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomando cada uno un incensario y poniendo en ellos brasas e incienso, presentaron al Señor un fuego que él no les había mandado.
y enséñenles aguardar todo lo que les mandé; miren que yo estoy con ustedes cada día hasta el fin del mundo.