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Éxodo 7:22 - Nueva Biblia Española (1975)

Los magos de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos, de modo que el Faraón se empeñó en no hacer caso, como lo había anunciado el Señor.

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Biblia Reina Valera 1960

Y los hechiceros de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos; y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó; como Jehová lo había dicho.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero los magos de Egipto volvieron a usar sus artes mágicas y también convirtieron el agua en sangre. De modo que el corazón del faraón siguió endurecido y se negó a escuchar a Moisés y a Aarón, tal como el Señor había dicho.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los brujos egipcios hicieron cosas semejantes con sus fórmulas secretas y Faraón se puso más porfiado todavía. Como Yavé lo había dicho, se negó a escuchar a Moisés y Aarón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero los magos de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos, y tal como YHVH había predicho, el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero los magos de Egipto hicieron otro tanto con sus encantamientos. Por eso, el corazón del Faraón se endureció, y no quiso escuchar a Moisés y Aarón, tal y como había predicho Yahveh.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y los encantadores de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos: y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó; como Jehová lo había dicho.

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Éxodo 7:22
8 Tagairtí Cros  

A la mañana siguiente, agitado, mandó llamar a todos los magos de Egipto y a sus sabios, y les contó el sueño, pero ninguno sabía interpretárselo al Faraón.


El Faraón llamó a sus sabios y a sus hechiceros, y los magos de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos:


Y el Faraón se puso terco y no les hizo caso, como había anunciado el Señor.


Los peces del Nilo murieron, el Nilo apestaba y los egipcios no podían beber agua, y hubo sangre por todo el país de Egipto.


El Faraón se volvió a palacio, pero no aprendió la lección.


Si son profetas y tienen la palabra del Señor, que intercedan al Señor para que no se lleven a Babilonia el resto del ajuar del templo y del palacio real de Jerusalén.


Yanes y Tambres se opusieron a Moisés; exactamente lo mismo se oponen éstos a la verdad: mentes degeneradas, hombres incapacitados para la fe.