Éxodo 39:21 - Nueva Biblia Española (1975) Con un cordón de púrpura, violácea sujetaron las anillas del pectoral con las del efod, de modo que quedara sobre el cíngulo del efod y no pudiera desprenderse el pectoral del efod, como el Señor se lo había ordenado a Moisés: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y ataron el pectoral por sus anillos a los anillos del efod con un cordón de azul, para que estuviese sobre el cinto del mismo efod y no se separase el pectoral del efod, como Jehová lo había mandado a Moisés. Biblia Nueva Traducción Viviente Después sujetaron con cordones azules los anillos inferiores del pectoral a los anillos del efod. De este modo, el pectoral quedaba firmemente unido al efod por encima de la faja decorativa. Todo se realizó tal como el Señor le había ordenado a Moisés. Biblia Católica (Latinoamericana) y fijaron el Pectoral uniéndolo por sus anillos a los anillos del Efod para sostenerlo encima del cinturón del Efod, con un cordón de púrpura violeta, para que quedara el Pectoral sobre el cinturón del Efod y no se desprendiera, como Yavé había mandado a Moisés. La Biblia Textual 3a Edicion Ataron el pectoral por sus anillos a los anillos del efod con un cordón de azul, para que estuviera sobre el cinto del efod, y el pectoral no se separara del efod, tal como YHVH había ordenado a Moisés. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ataron el pectoral por sus anillas a las anillas del efod con cinta de púrpura violeta, de modo que el pectoral quedara sobre el cinturón del efod y para que el pectoral no pudiera separarse de él, como lo había mandado Yahveh a Moisés. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ataron el pectoral de sus anillos a los anillos del efod con un cordón de azul, para que estuviera sobre el cinto del mismo efod, y no se apartara el pectoral del efod; como Jehová lo había mandado a Moisés. |
El cíngulo para sujetar el efod arrancará de él y será de la misma labor: de oro, púrpura violácea, roja y escarlata y lino torzal.
Y otras dos anillas de oro, que fijaron en la parte inferior y delantera de las hombreras del efod, junto al empalme y más arriba del cíngulo del efod.
Entonces dijo a los discípulos: El que quiera venirse conmigo, que reniegue de sí mismo, que cargue con su cruz y entonces me siga.
porque la locura de Dios es más sabia que los hombres, y la debilidad de Dios más potente que los hombres.
todo lo contrario: lo necio del mundo se lo escogió Dios-para humillar a los sabios; y lo débil del mundo se lo escogió Dios para humillar a lo fuerte;