voy a bajar a ver si realmente sus acciones responden o no a la acusación.
Éxodo 33:5 - Nueva Biblia Española (1975) El Señor había dicho a Moisés: Di a los israelitas: Son un pueblo testarudo; en un momento que los acompañara yo, los consumiría; ahora quítense las joyas que llevan, y ya veré lo que hago con ustedes. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque Jehová había dicho a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz; en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré. Quítate, pues, ahora tus atavíos, para que yo sepa lo que te he de hacer. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues el Señor había dicho a Moisés que les dijera: «Ustedes son un pueblo terco y rebelde. Si yo los acompañara, aunque fuera un solo instante, los destruiría en el camino. Quítense las joyas y la ropa fina mientras decido qué hacer con ustedes». Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé dijo a Moisés: 'Di a los hijos de Israel: Ustedes son un pueblo rebelde; si estuviera en medio de ustedes, aunque fuera por un momento, los exterminaría. Ahora, quítense sus ropas de fiesta, y veré lo que puedo hacer con ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion Porque YHVH había dicho a Moisés que dijera a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz. Si por un momento me presentara en medio de ti, te consumiría. Ahora pues, quita tus atavíos de sobre ti, para que Yo sepa lo que he de hacer contigo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo Yahveh a Moisés: 'Di a los israelitas. Sois un pueblo de dura cerviz. Si yo subiera, aunque fuera por un momento, con vosotros, os exterminaría. Ahora, pues, quítate las galas de encima y ya sabré yo lo que debo hacer contigo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pues Jehová dijo a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz: en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré; quítate, pues, ahora tus atavíos, para que yo sepa lo que te he de hacer. |
voy a bajar a ver si realmente sus acciones responden o no a la acusación.
Dios le ordenó: No alargues la mano contra tu hijo ni le hagas nada. Ya he comprobado que respetas a Dios, porque no me has negado a tu hijo, tu único hijo.
Los ricos se agitan y pasan, mueren de repente a medianoche, el poderoso es derribado sin mano de hombre.
Dios mío, sondéame para conocer mi corazón, ponme a prueba para conocer mis sentimientos:
Y el Señor añadió a Moisés: Veo que este pueblo es un pueblo testarudo.
Los israelitas se desprendieron de sus joyas a partir del monte Horeb.
El Señor de los ejércitos los invitaba aquel día a llanto y a luto, a raparse la cabeza y a ceñir sayal;
Porque sé que eres obstinado, que tu cerviz es un tendón de hierro y tu frente es de bronce;
La culpa de la capital era más grave que el pecado de Sodoma, que fue arrasada en un momento, sin ímpetu de manos humanas.
Pues bien -oráculo del Señor- , conviértanse a mí de todo corazón, con ayuno, con llanto, con luto.
¡Rebeldes, infieles de corazón y duros de oído! Siempre resisten al Espíritu Santo, lo mismo que sus padres.
Recuerda el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto, para afligirte, para ponerte a prueba y conocer tus intenciones, si guardas sus preceptos o no.