Éxodo 32:17 - Nueva Biblia Española (1975) Al oír Josué el griterío del pueblo, dijo a Moisés: Se oyen gritos de guerra en el campamento. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando oyó Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en el campamento. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Josué oyó el alboroto del pueblo, que gritaba desde abajo, exclamó a Moisés: —¡Parece que hay guerra en el campamento! Biblia Católica (Latinoamericana) Josué estaba con Moisés, y al oír el griterío del pueblo dijo: '¡Hay gritos de guerra en el campamento!' La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando Josué oyó la voz del pueblo en su clamor, dijo a Moisés: ¡Voz de guerra en el campamento! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando oyó Josué el vocerío del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: 'Se oyen gritos de guerra en el campamento'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oyendo Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en el campamento. |
al toque de trompeta responde con un relincho, olfatea de lejos la batalla, los gritos de mando y los alaridos.
Moisés dijo a Josué: Escoge unos cuantos hombres, haz una salida y ataca a Amalee. Mañana yo estaré de pie en la cima del monte con el bastón maravilloso en la mano.
eran hechura de Dios y la escritura era escritura de Dios grabada en las losas.
Contestó él: No es grito de victoria, no es grito de derrota, que son cantos lo que oigo.
Al día siguiente se levantaron, ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión, el pueblo se sentó a comer y beber y después se levantó a danzar.
El Señor de los ejércitos lo jura por su vida: Aunque tu muchedumbre sea más que la langosta, sobre ti cantarán victoria.
prenderé fuego en la muralla de Raba, que devorará sus palacios, entre los alaridos de la batalla y el torbellino de la tormenta;
enviaré fuego a Moab, que devorará los palacios de Queriot; Moab morirá en el tumulto bélico, entre alaridos y toques de trompeta;
Josué había dado esta orden a la tropa: No lancen el alarido de guerra, no alcen la voz, no se les escape una palabra hasta el momento en que yo les mande gritar; entonces gritarán.
A la séptima vuelta, los sacerdotes tocaron las trompas y Josué ordenó a la tropa: ¡Griten, que el Señor les entrega la ciudad!
Sonaron las trompas. Al oír el toque, lanzaron todos el alarido de guerra. Las murallas se desplomaron y el ejército dio el asalto a la ciudad, cada uno desde su puesto, y la conquistaron.
cuando den un toque prolongado, cuando oigan ustedes el sonido de la trompa, todo el ejército lanzará el alarido de guerra; se desplomarán las murallas de la ciudad, y cada uno la asaltará desde su puesto.
Cuando llegó a La Quijada, los filisteos salieron a recibirlo con gran algazara; pero lo invadió el espíritu del Señor, y las cuerdas de sus brazos fueron como mecha que se quema, y las ataduras de sus manos se deshicieron.
David madrugó, dejó el rebaño al cuidado del rabadán, cargó y se marchó, según el encargo de Jesé. Cuando llegaba al cercado de. los carros, los soldados salían a formar, lanzando el alarido de guerra.
Entonces los soldados dé Israel y Judá, en pie, lanzaron el alarido de guerra y persiguieron a los filisteos hasta la entrada de Gat y hasta las puertas de Ecrón; los filisteos cayeron heridos por el camino de Dospuertas hasta Gat y Ecrón.