Tú dices: '¿Qué sabe Dios; puede distinguir a través de los nubarrones?,
Éxodo 14:24 - Nueva Biblia Española (1975) De madrugada, miró el Señor desde la columna de fuego y de nubes y desbarató el ejército egipcio. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios, Biblia Nueva Traducción Viviente Pero poco antes del amanecer, el Señor miró al ejército egipcio desde la columna de fuego y de nube, y causó gran confusión en sus fuerzas de combate. Biblia Católica (Latinoamericana) Llegada la madrugada, Yavé miró a los egipcios desde el fuego y la nube, y provocó el desorden en el ejército de Faraón. La Biblia Textual 3a Edicion Pero en la vigilia del alba, aconteció que YHVH miró desde la columna de fuego y desde la nube al campamento de los egipcios, y perturbó el campamento de los egipcios, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sucedió que, llegada la vigilia matutina, miró Yahveh desde la columna de fuego y de nube a las huestes de los egipcios y sembró la confusión en ellas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que a la vigilia de la mañana, Jehová miró el ejército de los egipcios desde la columna de fuego y de la nube, y perturbó el ejército de los egipcios. |
Tú dices: '¿Qué sabe Dios; puede distinguir a través de los nubarrones?,
Los ricos se agitan y pasan, mueren de repente a medianoche, el poderoso es derribado sin mano de hombre.
Porque esté quieto, ¿podrá alguien condenarlo? Y si esconde su rostro, ¿quién podrá verlo? Vela sobre pueblos y hombres
Cuando él mira la tierra, ella tiembla; cuando toca los montes, humean.
los guiaba de día con una nube; de noche, con el resplandor del fuego;
El Señor caminaba delante de ellos, de día en una columna de nubes, para guiarlos; de noche, en una columna de fuego, para alumbrarles; así podían caminar día y noche.
Trabó las ruedas de los carros, haciéndolos avanzar pesadamente. Los egipcios dijeron: Huyamos de los israelitas, porque el Señor combate por ellos.
aunque vayan cautivos delante del enemigo, allá enviaré la espada que los mate. Clavaré en ellos mis ojos para mal, no para bien.
Al día siguiente Saúl distribuyó la tropa en tres cuerpos; irrumpieron en el campamento enemigo al relevo de la madrugada y estuvieron matando amonitas hasta que calentó el sol; los enemigos que quedaron vivos se dispersaron, de forma que no iban dos juntos.