Después de estos sucesos, Abrán recibió en una visión la palabra del Señor: No temas, Abrán; yo soy tu escudo y tu paga será abundante.
Éxodo 14:13 - Nueva Biblia Española (1975) Moisés respondió al pueblo: No tengan miedo; estén firmes y verán la victoria que el Señor les va a conceder hoy; esos egipcios que están viendo hoy, no los volverán a ver jamás. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Moisés les dijo: —No tengan miedo. Solo quédense quietos y observen cómo el Señor los rescatará hoy. Esos egipcios que ahora ven, jamás volverán a verlos. Biblia Católica (Latinoamericana) Moisés contestó al pueblo: '¡No se asusten, permanezcan firmes! Vean la obra de Yavé y cómo él los salva hoy. Miren a esos egipcios a los que nunca más volverán a ver. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Moisés respondió al pueblo: ¡No temáis! ¡Estad firmes y ved la salvación de YHVH que Él hace hoy por vosotros, porque los egipcios que visteis hoy, no los volveréis a ver nunca más! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Moisés dijo al pueblo: 'No temáis; quedaos tranquilos y veréis la salvación que Yahveh llevará hoy a cabo en favor vuestro; pues a los egipcios que hoy veis, ya no los volveréis a ver más. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; quedaos quietos, y ved la salvación de Jehová, que Él hará hoy con vosotros; porque a los egipcios que hoy habéis visto, ya nunca más los veréis. |
Después de estos sucesos, Abrán recibió en una visión la palabra del Señor: No temas, Abrán; yo soy tu escudo y tu paga será abundante.
donde se le apareció el Señor aquella noche y le dijo: Yo soy el Dios de Abrahán, tu padre; no temas, que estoy contigo; te bendeciré y haré crecer tu descendencia en atención a Abrahán, mi siervo.
Dios le dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas bajar a Egipto, que allí te convertiré en un pueblo numeroso.
Eliseo respondió: No temas. Los que están con nosotros son más que ellos.
pero él se situó en medio de la parcela, la defendió y mató a los filisteos. El Señor concedió una gran victoria.
y dijo: Judíos, habitantes de Jerusalén, y tú, rey Josafat, presten atención. Así dice el Señor: No se asusten ni acobarden ante esa inmensa multitud, porque la batalla no es cosa de ustedes, sino de Dios.
No tendrán necesidad de combatir; estén quietos y firmes contemplando cómo los salva el Señor. Judá y Jerusalén, no se asusten ni acobarden. Salgan mañana a su encuentro, que el Señor estará con ustedes.
Viste luego la aflicción de nuestros padres en Egipto, escuchaste sus clamores junto al Mar Rojo.
Levántate, Señor; sálvame, Dios mío; tú abofeteaste a mis enemigos, rompiste los dientes de los malvados.
Dios aplasta las cabezas de sus enemigos, los cráneos de los criminales.
los condujo seguros, sin alarmas, mientras el mar cubría a sus enemigos;
Aquel día libró el Señor a los israelitas de los egipcios, y los israelitas vieron los cadáveres de los egipcios a la orilla del mar.
Moisés respondió al pueblo: No teman: Dios ha venido para probarlos, para que tengan presente su temor y no pequen.
Así decía el Señor, el Santo de Israel: La salvación de ustedes está en convertirse y tener calma, su valor consiste en confiar y estar tranquilos. Pero no quisieron,
digan a los cobardes: 'Sean fuertes, no teman'; miren a su Dios, que trae el desquite, viene en persona, los resarcirá y los salvará.
y le dirás: '¡Vigilancia y calma! No temas, no te acobardes ante esos dos cabos de tizones humeantes.
Cierto, son mentira las colinas y el barullo de los montes, en el Señor, nuestro Dios, está la salvación de Israel.
(Pero de Judá me compadeceré y lo salvaré, porque soy el Señor, su Dios. No lo salvaré con arco, ni espada, ni batallas, ni caballos, ni jinetes).
Pero yo soy el Señor, Dios tuyo desde Egipto, no conocías a otro dios que a mí, ningún salvador fuera de mí.
sales a salvar a tu pueblo, a salvar a tu ungido: destrozas el techo de la casa del malvado, desnudas sus cimientos hasta la roca.
¿Es que arde, Señor, contra los ríos, contra los ríos tu cólera, contra el mar tu furor, cuando montas tus caballos, tu carro victorioso?
Pero no se rebelen contra el Señor ni teman al pueblo del país, pues nos los comeremos. Su sombra protectora se ha apartado de ellos, mientras que el Señor está con nosotros. ¡No los teman!
El ángel habló a las mujeres: Ustedes no teman. Ya sé que buscan a Jesús el crucificado;
y les dirá: 'Escucha, Israel, ustedes presentan hoy batalla al enemigo; no se acobarden, no teman, no se turben, no se aterroricen, ante ellos,
Pero Saúl dijo: Hoy no ha de morir nadie, porque hoy el Señor ha salvado a Israel.
Ahora prepárense a asistir al prodigio que el Señor va a realizar ante sus ojos.