Éxodo 12:23 - Nueva Biblia Española (1975) El Señor va a pasar hiriendo a Egipto, y cuando vea la sangre en el dintel y las jambas, el Señor pasará de largo y no permitirá al exterminador entrar en sus casas para herir. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque Jehová pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir. Biblia Nueva Traducción Viviente pues el Señor pasará por la región para herir de muerte a los egipcios. Pero cuando él vea la sangre en la parte superior y en ambos lados del marco de la puerta, el Señor pasará esa casa de largo. No permitirá que su ángel de la muerte entre en las casas de ustedes y los hiera de muerte. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues Yavé, con su plaga, va a recorrer todo Egipto y, al ver la sangre en la entrada, pasará de largo y no permitirá que el Exterminador entre en sus casas y los mate. La Biblia Textual 3a Edicion Así cuando pase YHVH para herir a los egipcios, verá la sangre en el dintel y sobre ambas jambas y pasará YHVH de aquella puerta, y no dejará que el destructor entre para plagar vuestras casas.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando Yahveh pase para herir a los egipcios y vea la sangre sobre el dintel y sobre las dos jambas, pasará de largo ante aquella puerta y no dejará que el exterminador entre en vuestras casas para herir. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque Jehová pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, Jehová pasará de largo aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir. |
¡Ojalá me guardaras en el Abismo, escondido mientras pasa tu cólera, y fijaras un plazo para acordarte de mí!
Dijo Moisés: Así dice el Señor: A medianoche yo haré una salida entre los egipcios:
Con algo de la sangre rociarán las dos jambas y el dintel de la casa donde lo hayan comido.
Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos y cierra la puerta por dentro; escóndete un breve instante mientras pasa la cólera.
Aquella misma noche' salió el ángel del Señor e hirió en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil hombres; por la mañana, al despertar, los encontraron cadáveres.
y le dijo el Señor: Recorre la ciudad, atraviesa Jerusalén y marca en la frente a los que se lamentan afligidos por las abominaciones que en ella se cometen.
A viejos, muchachos y muchachas, a niños y mujeres, mátenlos, acaben con ellos; pero a ninguno de los marcados lo toquen. Empiecen por mi santuario. Y empezaron por los ancianos que estaban frente al templo.
Tampoco protesten, como protestaron algunos de ellos y perecieron a manos del exterminados.
Por la fe celebró la pascua y untó la sangre para que el exterminador no tocara a los primogénitos de ellos.
al mediador de una nueva alianza, Jesús, y a la sangre de la aspersión, que clama con más fuerza que la de Abel.
'No dañen a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos en la frente con el sello a los siervos de nuestro Dios'.
Se les ordenó que no hicieran daño a la hierba ni a nada verde ni a ningún árbol, sino sólo a los hombres que no llevan la marca de Dios en la frente.