El Señor dijo a Moisés: Preséntate al Faraón, porque yo lo he puesto terco a él y a su corte, para realizar en medio de ellos mis signos;
Éxodo 10:27 - Nueva Biblia Española (1975) Pero el Señor hizo que el Faraón se empeñara en no dejarlos marchar. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y no quiso dejarlos ir. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero el Señor endureció el corazón del faraón una vez más, y no quiso dejarlos salir. Biblia Católica (Latinoamericana) y ni siquiera sabemos cuáles animales hemos de ofrecer hasta que lleguemos al lugar. La Biblia Textual 3a Edicion Pero YHVH endureció el corazón de Faraón, y no consintió en dejarlos partir. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Yahveh endureció el corazón del Faraón, que no quiso dejarles salir. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas Jehová endureció el corazón de Faraón, y no quiso dejarlos ir. |
El Señor dijo a Moisés: Preséntate al Faraón, porque yo lo he puesto terco a él y a su corte, para realizar en medio de ellos mis signos;
Pero el Señor hizo que el Faraón se empeñara en no dejar marchar a los israelitas.
Y Moisés y Aarón hicieron todos estos prodigios en presencia del Faraón; pero el Señor hizo que el Faraón se empeñara en no dejar marchar a los israelitas de su territorio.
Haré que el Faraón se empeñe en perseguirlos, y me cubriré de gloria derrotando al Faraón y a su ejército, y sabrán los egipcios que soy el Señor. Así lo hicieron los israelitas.
El Señor hizo que el Faraón se empeñara en perseguir a los israelitas, mientras éstos salían ostentosamente.
El Señor dijo a Moisés: Mientras vuelves a Egipto, fíjate en los prodigios que he puesto a tu disposición, pues los tienes que hacer delante del Faraón. Yo lo pondré terco y no dejará salir al pueblo.
En conclusión: Dios tiene misericordia de quien quiere y deja endurecerse a quien quiere.
El resto de los hombres, los que no murieron por estas plagas, tampoco se arrepintieron: no renunciaron a las obras dé sus manos, ni dejaron de rendir homenaje a los demonios y a los ídolos de oro y plata, bronce, piedra y madera, que no ven ni oyen ni andan'.