Pero cuando los eunucos le transmitieron la orden del rey, la reina Vasti no quiso ir. El rey tuvo un acceso de ira y montó en cólera; '
Ester 3:5 - Nueva Biblia Española (1975) Aman comprobó que Mardoqueo no le rendía homenaje doblando la rodilla, y se encolerizó. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y vio Amán que Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba delante de él; y se llenó de ira. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Amán vio que Mardoqueo no se inclinaba ante él ni le rendía homenaje, se llenó de furia. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando Amán vio que Mardoqueo no se arrodillaba ni se agachaba ante él, se puso furioso. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando Amán observó que Mardoqueo no se inclinaba ni se postraba ante él, se llenó de furor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Amán comprobó que Mardoqueo no se arrodillaba ni se postraba ante él, y se llenó de ira. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vio Amán que Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba delante de él; y se llenó de ira. |
Pero cuando los eunucos le transmitieron la orden del rey, la reina Vasti no quiso ir. El rey tuvo un acceso de ira y montó en cólera; '
Todos los funcionarios del palacio, según orden del rey, rendían homenaje a Aman doblando la rodilla, pero Mardoqueo no le rendía homenaje doblando la rodilla.
Y como se lo decían día tras día sin que les hiciera caso, lo denunciaron a Aman, por ver si a Mardoqueo le valían sus excusas, pues les había dicho que era judío.
Aman salió aquel día alegre y de buen humor; pero cuando vio que Mardoqueo, a la puerta del palacio real, no se levantaba ni se apartaba, se enfureció contra Mardoqueo,
Porque el despecho mata al insensato y la pasión da muerte al imprudente.
El necio muestra en seguida su rabia, el que disimula el insulto es sagaz.
Quien actúa con pasión e insolencia tiene fama de insolente, fanfarrón y cínico.
el ignorante ocupa puestos altos mientras nobles y ricos se sientan abajo,
Nabucodonosor, furioso contra Sidrac, Misac y Abdénago y con el rostro desencajado por la rabia, mandó encender el horno siete veces más fuerte que de costumbre,