Esdras 4:2 - Nueva Biblia Española (1975) se presentaron a Zorobabel, a Josué y a los cabezas de familia, y les dijeron: Vamos a ayudarles, porque también nosotros servimos a su Dios, igual que ustedes, y le ofrecemos sacrificios desde que Asaradón de Asiría nos instaló aquí. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 vinieron a Zorobabel y a los jefes de casas paternas, y les dijeron: Edificaremos con vosotros, porque como vosotros buscamos a vuestro Dios, y a él ofrecemos sacrificios desde los días de Esar-hadón rey de Asiria, que nos hizo venir aquí. Biblia Nueva Traducción Viviente fueron a ver a Zorobabel y a los otros líderes, y les dijeron: —Déjennos participar en la construcción junto con ustedes, porque nosotros también adoramos a su Dios. Le venimos haciendo sacrificios desde que el rey Esar-hadón, de Asiria, nos trajo a estas tierras. Biblia Católica (Latinoamericana) Fueron pues a ver a Zorobabel y a los jefes de familia y les dijeron: 'Vamos a construirlo junto con ustedes pues, al igual que ustedes, invocamos a su Dios y le ofrecemos sacrificios desde la época de Asarjadón, rey de Asiria, quien nos desterró para acá'. La Biblia Textual 3a Edicion y se acercaron a Zorobabel y a las cabezas paternas, y les dijeron: Edificaremos con vosotros, porque buscamos a vuestro Dios, como vosotros, y a Él sacrificamos desde los días de Esar-hadón, rey de Asiria, que nos hizo subir aquí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 se presentaron a Zorobabel y a los jefes de familia, y les dijeron: 'Queremos colaborar con vosotros en la construcción, porque, al igual que vosotros, buscamos a vuestro Dios y le ofrecemos sacrificios desde los días de Asaradón, rey de Asiria, que nos hizo subir hasta aquí'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) vinieron a Zorobabel, y a los cabezas de los padres, y les dijeron: Permitidnos edificar con vosotros, porque nosotros buscamos a vuestro Dios al igual que vosotros, y a Él hacemos sacrificios desde los días de Esar-hadón rey de Asiria, que nos hizo subir aquí. |
El rey de Asiria trajo gente de Babilonia, Cuta, Avá, Jamat y Serfarvain y la estableció en las poblaciones de Samaria, para suplir a los israelitas. Ellos tomaron posesión de Samaria y se instalaron en sus poblados.
Así, aquella gente honraba al Señor y daba culto a sus ídolos. Y sus descendientes siguen hasta hoy haciendo lo mismo que sus antepasados.
Y un día, mientras estaba postrado en el templo de su dios Nisroc, Adramélec y Saréser lo asesinaron, y escaparon al territorio de Ararat. Su hijo Asaradón le sucedió en el trono.
Entonces, todos los que se sintieron movidos por Dios -cabezas de familia de Judá y Benjamín, sacerdotes y levitas- se pusieron en marcha y subieron a reedificar el, templo de Jerusalén.
Fueron con Zorobabel, Josué, Nehemías, Serayas, Reelayas, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvay, Rejún y Baná. Lista de los seglares:
Muchos sacerdotes, levitas y cabezas de familia -los ancianos que habían visto con sus propios ojos el primer templo- lloraban a voces, mientras otros muchos lanzaban gritos de alegría.
Entonces Josué, hijo de Yosadac, con sus parientes los sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Sealtiel, con sus parientes, se pusieron a construir el altar del Dios de Israel para ofrecer en él holocaustos, como manda la Ley de Moisés, hombre de Dios,
Ahora, Dios nuestro, Dios grande, valiente y terrible, fiel a la alianza y leal, no menosprecies las aflicciones que les han sobrevenido a nuestros reyes, a nuestros príncipes, sacerdotes y profetas, a nuestros padres y a todo tu pueblo desde el tiempo de los reyes asirios hasta hoy.
y les pasan fantasías por la mente; insultan y hablan con maldad, y desde lo alto amenazan con la opresión;
Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento, se volvió a Nínive, y se quedó allí.
Y un día, mientras estaba postrado en el templo de su dios Nisroc, sus hijos Adramélec y Saréser lo mataron con la espada, y escaparon al territorio de Ararat. Y le sucedió en el trono su hijo Asaradón.
Nuestra salvación no está en Asiria, ni en montar a caballo; no volveremos a llamar dios nuestro a las obras de nuestras manos; en ti encuentra compasión el huérfano'.
Se debía la cosa a aquellos entrometidos, a aquellos falsos hermanos que se infiltraron para espiar nuestra libertad -esa que tenemos gracias al Mesías Jesús-, con intención de esclavizarnos.
Yanes y Tambres se opusieron a Moisés; exactamente lo mismo se oponen éstos a la verdad: mentes degeneradas, hombres incapacitados para la fe.