Nabusardán, jefe de la guardia, se llevó cautivos al resto del pueblo que había quedado en la ciudad, a los que se habían pasado al rey de Babilonia y al resto de la plebe.
Esdras 2:1 - Nueva Biblia Española (1975) Lista de los pertenecientes a la provincia de Judá, deportados a Babilonia por Nabucodonosor, que volvieron a Jerusalén y Judá -cada uno a su pueblo- desde el destierro. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Estos son los hijos de la provincia que subieron del cautiverio, de aquellos que Nabucodonosor rey de Babilonia había llevado cautivos a Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad; Biblia Nueva Traducción Viviente Esta es la lista de los desterrados judíos de las provincias que regresaron de su cautiverio. El rey Nabucodonosor los había desterrado a Babilonia, pero ahora regresaron a Jerusalén y a las otras ciudades de Judá donde vivían originalmente. Biblia Católica (Latinoamericana) Estas son las personas de la provincia de Judá que regresaron del cautiverio; había sido deportados a Babilonia por Nabucodonosor, rey de Babilonia. Regresaron a Jerusalén y a Judá cada cual a su ciudad. La Biblia Textual 3a Edicion Y estos son los hijos de la provincia° que subieron de la cautividad, los deportados que Nabucodonosor rey de Babilonia había deportado a Babilonia, y que regresaron a Jerusalem y a Judá, cada uno a su ciudad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éstos fueron los pertenecientes a la provincia que volvieron del cautiverio -los que habían sido deportados a Babilonia por Nabucodonosor, rey de Babilonia- y regresaron a Jerusalén y a Judá, cada cual a su ciudad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y estos son los hijos de la provincia que subieron de la cautividad, de los desterrados que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos a Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad; |
Nabusardán, jefe de la guardia, se llevó cautivos al resto del pueblo que había quedado en la ciudad, a los que se habían pasado al rey de Babilonia y al resto de la plebe.
Todos los israelitas estaban registrados e inscritos en los Anales del Reino de Israel. Judá, por sus pecados, fue cautivo a Babilonia.
Los primeros en ocupar de nuevo sus posesiones y ciudades eran israelitas seglares, sacerdotes, levitas y donados.
Total de objetos de oro y plata: cinco mil cuatrocientos, Sesbasar los llevó todos consigo cuando los desterrados subieron de Babilonia a Jerusalén.
Fueron con Zorobabel, Josué, Nehemías, Serayas, Reelayas, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvay, Rejún y Baná. Lista de los seglares:
Los sacerdotes, los levitas y parte del pueblo se establecieron en Jerusalén; los cantores, los porteros y los donados, en sus pueblos, y el resto de Israel, en los suyos.
Sepa el rey que hemos ido a la provincia de Judá y resulta que los judíos con su senado están construyendo en Jerusalén un gran templo- con piedras sillares y recubren sus paredes de madera; trabajan a conciencia y el trabajo les cunde.
y resultó que en Ecbatana, la fortaleza de la provincia de Media, había un rollo redactado en los siguientes términos: Memorándum.
Los deportados que volvían del cautiverio ofrecieron holocaustos al Dios de Israel: doce novillos por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos y doce machos cabríos como sacrificio expiatorio; todos en holocausto al Señor.
Lista de los sacerdotes y levitas que subieron con Zorobabel, hijo de Sealtiel y con Josué: Serayas, Jeremías, Esdras,
Era en tiempo del rey Asuero, aquel Asuero cuyo Imperio abarcaba ciento veintisiete provincias, desde la India hasta Etiopía.
que le trajeran a la reina Vasti con su corona real, para que los generales y et pueblo admiraran su belleza, porque era muy hermosa.
el rey, que residía en la acrópolis de Susa, ofreció un banquete a todos los generales y oficialidad del ejército persa y medo, a la nobleza de palacio y a los gobernadores de las provincias,
La norma para beber era que nadie obligara a nadie; el rey había ordenado a todos los sirvientes de palacio que respetaran los deseos de cada uno.
Entonces, el día veintitrés del mes de junio, o sea, el mes de Siván, fueron convocados los notarios del reino, y tal como ordenó Mardoqueo, se redactó un documento destinado a los judíos, sátrapas, gobernadores y jefes de las provincias -ciento veintisiete provincias, desde la India hasta Etiopía-, a cada provincia en su escritura y a cada pueblo en su lengua; a los judíos en su alfabeto y su lengua.
¡Salgan de Babilonia, huyan de los caldeos! Con gritos de júbilo anúncienlo y proclámenlo, publíquenlo hasta el confín de la tierra. Digan: el Señor ha redimido a su siervo Jacob.
Restituiré Israel a sus dehesas, para que paste en el Carmelo y en Basan, para que sacie su hambre en la sierra de Efraín y en Galaad.
Judá marchó al destierro, humillada y en dura esclavitud; hoy habita entre paganos, sin encontrar reposo; los que la perseguían le dieron alcance y la cercaron.
Sus enemigos la han vencido, han triunfado sus adversarios, porque el Señor la ha castigado por su continua rebeldía; aun sus niños marcharon cautivos delante del enemigo.
Está cumplida tu condena, Sión, no seguirás en el destierro; examinarán tu culpa, capital de Edom, y aparecerá tu pecado.
(lote del resto de los judíos), que pastarán allí y al atardecer se recogerán en las casas de Ascalón, (cuando el Señor, su Dios, los visite para cambiar su suerte).
La leyó y preguntó de qué provincia era; averiguado que era de Cilicia, le dijo: