En su mano está el respiro de los vivientes y el aliento del hombre de carne.
Eclesiastés 9:1 - Nueva Biblia Española (1975) He reflexionado sobre todo esto y he llegado a esta conclusión: aunque los justos y los sabios con sus obras están en manos de Dios, el hombre no sabe si Dios lo ama o lo odia. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ciertamente he dado mi corazón a todas estas cosas, para declarar todo esto: que los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios; que sea amor o que sea odio, no lo saben los hombres; todo está delante de ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente También me dediqué a investigar lo siguiente: si bien Dios tiene en sus manos las acciones de los sabios y de los justos, nadie sabe si Dios les mostrará su favor. Biblia Católica (Latinoamericana) Reflexioné pues en todo eso y vi claramente que los justos, los sabios y sus obras están en las manos de Dios. ¿Lo quiere El o no? Los hombres no lo saben: les puede pasar cualquier cosa. La Biblia Textual 3a Edicion Por todo ello dediqué mi corazón para declarar que los justos y los sabios y sus obras, todas estas cosas, están en la mano de Dios, aun el amor y el odio, pero el hombre no lo sabe, aunque todo está delante de ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Me he dedicado a examinar todo esto y he visto que los justos, los sabios y sus obras están en la mano de Dios. El hombre no conoce el amor ni el odio: ambas cosas son para él Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ciertamente he dado mi corazón a todas estas cosas, para declarar todo esto; que los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios; y que no saben los hombres ni el amor ni el odio; todo está delante de ellos. |
En su mano está el respiro de los vivientes y el aliento del hombre de carne.
¿por qué ha de despreciar a Dios el malvado pensando que no le pedirá cuentas?
Ya fuerza de trabajo comprendí que la sabiduría y el saber son locura y necedad. Y comprendí que también eso es caza de viento,
El necio charla sin medida, pero el hombre no sabe lo que va a pasar, pues ¿quién le informa de lo que va a suceder?
De todo he visto en mi vida sin sentido: gente honrada que fracasa por su honradez, gente malvada que prospera por su maldad.
Me puse a indagar a fondo buscando sabiduría y recta valoración, procurando conocer cuál es la peor necedad, la necedad más absurda,
Pero en la tierra sucede otra vanidad: hay honrados a quienes toca la suerte de los malvados, mientras que a los malvados les toca la suerte de los honrados. Y esto lo considero vanidad.
Me dediqué a obtener sabiduría observando todas las tareas que se realizan en la tierra: los ojos del hombre no conocen el sueño ni de día ni de noche.
porque no sabe lo que va a suceder y nadie le informa de lo que va a pasar.
Se acabaron sus amores, odios y pasiones, y jamás tomarán parte en lo que se hace bajo el sol.
Señor, tú nos gobernarás en paz, porque todas nuestras empresas nos las realizas tú.
hombres y mujeres, niños y princesas y cuantos Nabusardán, jefe de la guardia, había encomendado a Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safan; y también al profeta Jeremías y a Baruc, hijo de Nerías.
Delante va el favorito de los pueblos, a su derecha van los guerreros, con la izquierda rige a sus santos; ellos se rinden a su paso y marchan a sus órdenes.
pero no me siento derrotado, pues sé en quién he confiado y estoy firmemente persuadido de que tiene poder para asegurar hasta el último día el encargo que me dio.
reservada en el cielo para ustedes, que, gracias a la fe, están custodiados por la fuerza de Dios; para la salvación dispuesta a revelarse en el momento final.
El guarda los pasos de sus amigos mientras los malvados perecen en las tinieblas -porque el hombre no triunfa por su fuerza.