El Faraón le preguntó: ¿Cuántos años tienes? 'Respondió: Ciento treinta han sido los años de mis andanzas; los años de mi vida han sido pocos .y malos y no llegan a los que vivieron mis padres en sus andanzas.
Eclesiastés 8:3 - Nueva Biblia Española (1975) no te turbes ante él, pero cede'; no resistas a su amenaza, porque puede cumplirla. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No te apresures a irte de su presencia, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que quiere. Biblia Nueva Traducción Viviente No trates de evitar cumplir con tu deber ni te juntes con los que conspiran maldad, porque el rey puede hacer lo que se le antoje. Biblia Católica (Latinoamericana) Si quieres alejarte de él, piénsalo dos veces, no te metas en un mal negocio: lo que el rey quiere, lo hará. La Biblia Textual 3a Edicion No te apresures a retirarte° de su presencia ni resistas a su amenaza, porque él hace lo que le place, Biblia Serafín de Ausejo 1975 No te apartes fácilmente de su presencia ni te mezcles en arriesgados asuntos, pues él puede hacer lo que le plazca. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No te apresures a irte de delante de él, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que le plazca. |
El Faraón le preguntó: ¿Cuántos años tienes? 'Respondió: Ciento treinta han sido los años de mis andanzas; los años de mi vida han sido pocos .y malos y no llegan a los que vivieron mis padres en sus andanzas.
El hombre paciente es rico en prudencia, el impulsivo exalta su desatino.
Hijo mío, respeta al Señor y al rey; no provoques a ninguno de los dos,
Si el que manda se enfurece contra ti, tú no dejes tu puesto, pues la calma cura errores graves.
Porque sé que eres obstinado, que tu cerviz es un tendón de hierro y tu frente es de bronce;
no cuentan los que habitan la tierra, y trata como quiere al ejército del cielo; nadie puede atentar contra él ni exigirle cuentas de lo que hace'.
Y por aquel poder recibido, todos los pueblos, naciones y lenguas lo temieron y respetaron. Tenía poder sobre la vida y la muerte, exaltaba y humillaba a su arbitrio.