Abrahán respondió: Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza.
Eclesiastés 5:2 - Nueva Biblia Española (1975) Cuando presentes un asunto a Dios, que no te precipiten los labios ni te arrastre el pensamiento. Dios está en el cielo y tú en la tierra: sean tus palabras contadas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. Biblia Nueva Traducción Viviente No hagas promesas a la ligera y no te apresures a presentar tus asuntos delante de Dios. Después de todo, Dios está en el cielo, y tú estás aquí en la tierra. Por lo tanto, que sean pocas tus palabras. Biblia Católica (Latinoamericana) Si estás muy preocupado, te pones a soñar; si prometes demasiado, dirás lo que no conviene. La Biblia Textual 3a Edicion No te des prisa con tu boca, ni se apresure tu corazón a proferir palabra ante Ha-’Elohim, porque Ha-’Elohim está en los cielos y tú en la tierra, por tanto, sean pocas tus palabras. Biblia Serafín de Ausejo 1975 De los muchos afanes nacen los sueños, y de las muchas palabras las necedades. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No te des prisa con tu boca, ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú en la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. |
Abrahán respondió: Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza.
Abrahán siguió: Que no se enfade mi Señor si sigo hablando. ¿Y, si se encuentran treinta? Contestó el Señor: No lo haré si encuentro allí treinta.
Abrahán continuó: Que no se enfade mi Señor si hablo una vez más. ¿Y si se encuentran diez? Contestó el Señor: En atención a los diez no la destruiré.
Jacob hizo una promesa: Si Dios está conmigo y me guarda en el viaje que estoy haciendo, si me da pan para comer y vestidos para cubrirme,
y esta piedra que he levantado como estela será una morada de Dios, y de todo lo que me des, te daré el diezmo.
En mucho charlar no faltará pecado, quien se muerde los labios es discreto.
Es tentación hacer en seguida un voto y pensar después de haber prometido.
El sabio gana estima con sus palabras, el necio se arruina por lo que habla,
En lo que soñamos asoman nuestras preocupaciones, en las muchas palabras se escucha al necio.
Muchas preocupaciones traen pesadillas, muchas palabras traen vanidades; tú respeta a Dios.
Como el cielo está por encima de la tierra, mis caminos están por encima de los suyos y mis planes de sus planes.
Si alguno, sin darse cuenta, jura a la ligera, para mal o para bien -como hace la gente-, cuando se entere, incurre en reato.
Pero, cuando recen, no sean palabreros como los paganos, que se imaginan que por hablar mucho les harán más caso.
Ustedes recen así Padre nuestro del cielo, proclámese que tú eres santo,
Y le juró repetidas veces: Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.
pues todos faltamos muchas veces. Quien no falta cuando habla es un hombre completo, capaz de marcar el rumbo también al cuerpo entero,