A la risa dije 'locura', y a la alegría, '¿qué consigues?'.
A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve esto?
Entonces dije: «La risa es tonta. ¿De qué sirve andar en busca de placeres?».
Acabé diciendo: '¿La risa? Una estupidez. ¿La alegría? ¿Para qué?'
A la risa dije: ¡Necia!, Y al placer: ¿Qué logras?
De la risa dije: '¡Locura!', y del placer: '¿Para qué sirve?'.
También entre risas llora el corazón, y la alegría termina en pesar.
Corazón alegre, cuerpo sano; ánimo abatido seca los huesos.