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Daniel 4:21 - Nueva Biblia Española (1975)

de hermoso follaje y frutos copiosos que sustentaban a todos, a cuya sombra habitaban las fieras agrestes y en cuyo ramaje anidaban las aves del cielo,

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Biblia Reina Valera 1960

cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y en que había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo, y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Sus hojas eran verdes y nuevas, y tenía abundancia de fruta para que todos comieran. Los animales salvajes vivían bajo su sombra y las aves anidaban en sus ramas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Esto es lo que significa, oh rey. Es una decisión del Altísimo con respecto a mi señor el rey

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La Biblia Textual 3a Edicion

cuyo follaje era hermoso y su fruto abundante, en que había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo, y en cuyas ramas anidaban las aves de los cielos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

he aquí la interpretación, ¡oh rey!, y el decreto del Altísimo que afecta a mi señor, el rey:

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y cuyo follaje era hermoso, y su fruto en abundancia, y que para todos había mantenimiento en él; debajo del cual moraban las bestias del campo, y en sus ramas habitaban las aves del cielo,

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Daniel 4:21
8 Tagairtí Cros  

Allí anidan los pájaros, en su cima pone casa la cigüeña.


lo plantaré en el monte encumbrado de Israel. Echará ramas, se pondrá frondoso y llegará a ser un cedro magnífico; anidarán en él todos los pájaros, a la sombra de su ramaje anidarán todas las aves.


Anidaban en su ramaje las aves del cielo, parían bajo su copa las fieras salvajes, a su sombra se cobijaba muchedumbre de pueblos.


a quien ha dado poder sobre los hombres dondequiera que vivan, sobre las fieras agrestes y las aves del cielo, para que reines sobre ellos, tú eres la cabeza de oro.


el árbol se hacía corpulento, su copa tocaba el cielo, se le veía desde los cabos de la tierra.


El árbol gigantesco que viste cuya copa tocaba el cielo y se veía hasta los cabos de la tierra,


eres tú mismo, majestad; porque tu poder es inmenso, tu dominio alcanza hasta el cielo y tu imperio se extiende hasta los cabos de la tierra.


Se parece al grano de mostaza que un hombre sembró en su huerta: creció, se hizo un árbol y los pájaros hicieron nidos en sus ramas.