Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Daniel 3:8 - Nueva Biblia Española (1975)

Entonces unos caldeos fueron al rey a denunciar a los judíos:

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Por esto en aquel tiempo algunos varones caldeos vinieron y acusaron maliciosamente a los judíos.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Sin embargo, algunos de los astrólogos se presentaron ante el rey y denunciaron a los judíos.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

En esos momentos, unos hombres de Caldea fueron a acusar a los judíos.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Con tal motivo, se acercaron en aquel momento algunos varones caldeos y acusaron maliciosamente a los judíos.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces se presentaron algunos caldeos y denunciaron a los judíos.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Por esto en aquel tiempo algunos varones caldeos vinieron, y denunciaron a los judíos.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Daniel 3:8
14 Tagairtí Cros  

Pero no se contentó con vengarse sólo de Mardoqueo; como le habían dicho a qué raza pertenecía, pensó aniquilar con él a todos los judíos del Imperio de Asuero.


jóvenes, perfectamente sanos, de buen tipo, bien formados en la sabiduría, cultos e inteligentes y aptos para servir en palacio, y ordenó que les enseñaran la lengua y literatura caldeas.


Los adivinos contestaron al rey: No hay un hombre en la tierra que pueda decir lo que el rey pide; ningún rey ni príncipe ha exigido cosa semejante a magos, astrólogos o adivinos.


Mandó llamar a los magos, astrólogos, agoreros y adivinos para que le explicaran el sueño. Cuando llegaron a su presencia,


Así, pues, cuando los diversos pueblos oyeron tocar la trompa, la flauta, la citara, el laúd, el arpa, la vihuela y todos los demás instrumentos, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron adorando la estatua de oro que Nabucodonosor había erigido.


Acudieron los magos, astrólogos, agoreros y adivinos; les conté mi sueño, pero no supieron explicarme su sentido.


Entonces los ministros y los sátrapas buscaron algo de qué acusarlo en su administración del reino; pero no le encontraron ninguna culpa ni descuido, porque era hombre de fiar, que no cometía errores ni era negligente.


Sin embargo, nos gustaría que nos expusieras tus ideas, porque lo único que sabemos de esa secta es que en todas partes encuentra oposición.