Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Apocalipsis 9:9 - Nueva Biblia Española (1975)

Tienen el pecho como corazas de hierro y el zumbido de sus alas diríase el ruido de carros con muchos caballos que corren al combate.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla;

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Llevaban puestas armaduras de hierro, y sus alas rugían como un ejército de carros de guerra que se apresura a la batalla.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Tienen corazas de hierro y sus alas hacen el mismo ruido que un ejército de carros con muchos caballos que corren al combate.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

y tenían corazas como corazas hechas de hierro; el estruendo° de sus alas era como el estruendo° de muchos carros° de caballos que corren a la batalla.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Llevaban corazas como corazas de hierro y el ruido de sus alas era como ruido de carros de muchos caballos que se lanzan al combate.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y tenían corazas como corazas de hierro; y el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Apocalipsis 9:9
8 Tagairtí Cros  

al toque de trompeta responde con un relincho, olfatea de lejos la batalla, los gritos de mando y los alaridos.


sus miembros son tubos de bronce; sus huesos, barras de hierro;


Porque un niño nos ha nacido, nos han traído un hijo: lleva el cetro del principado y se llama 'Milagro de Consejero, Guerrero divino, Jefe perpetuo, Príncipe de la paz'.


al oír el estrépito de los cascos de los corceles, el retumbo de los carros, el fragor de las ruedas; los padres, ya sin fuerza, no miran por sus hijos.


En la visión vi así a los caballos y a sus jinetes: llevaban corazas color fuego, jacinto y azufre; las cabezas de los caballos parecían cabezas de león y por la boca echaban fuego, humo y azufre.