En adelante, que nadie me amargue más la vida, que yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.
Apocalipsis 13:17 - Nueva Biblia Española (1975) para impedir comprar ni vender al que no llevara la marca con el nombre de la fiera o la cifra de su nombre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Biblia Nueva Traducción Viviente Y nadie podía comprar ni vender nada sin tener esa marca, que era el nombre de la bestia o bien el número que representa su nombre. Biblia Católica (Latinoamericana) ya nadie podrá comprar o vender si no está marcado con el nombre de la bestia o con la cifra de su nombre.
¡Vean quién es sabio! La Biblia Textual 3a Edicion y que ninguno pueda comprar o vender, sino el que tiene la marca:° el nombre de la bestia o el número de su nombre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y que nadie pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca, el nombre de la bestia o la cifra de su nombre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y que ninguno pueda comprar o vender, sino el que tenga la marca, o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. |
En adelante, que nadie me amargue más la vida, que yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.
A todos, grandes y pequeños, ricos y pobres, esclavos y libres, hizo que los marcaran en la mano derecha o en la frente,
Aquí del talento: quien sea inteligente interprete la cifra de la fiera, que es una cifra humana. Y su cifra es 666.
El humo de su tormento subirá por los siglos de los siglos, pues los que veneran a la fiera y reciben la marca con su nombre no tendrán respiro ni día ni noche'.
Lo siguió otro ángel, el tercero ¡clamando: 'Quien venere a la fiera y su estatua y reciba su marca en la frente o en la mano,
Vi también una especie de mar de vidrio mezclado de fuego; en la orilla del mar de vidrio estaban de pie los que habían triunfado de la fiera; de su estatua y de la cifra de su nombre; con cítaras que Dios les había dado
en la frente llevaba escrito un nombre misterioso: 'La gran Babilonia, madre de las prostitutas y de las abominaciones de la tierra'.
Vi también tronos, donde se sentaron los encargados de pronunciar sentencia; vi también con vida a los decapitados por dar testimonio de Jesús y proclamar el mensaje de Dios, los que no habían rendido homenaje a la fiera ni a su estatua y no habían llevado su marca en la frente ni en la mano. Estos volvieron a la vida y fueron reyes con el Mesías mil años.
Al que salga vencedor lo haré columna del santuario de mi Dios y ya no saldrá nunca de él; grabaré en él el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que baja del cielo de junto a mi Dios y mi nombre nuevo.
'No dañen a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos en la frente con el sello a los siervos de nuestro Dios'.