el ángel que me libró de todo mal, bendiga a estos chicos. Continúe en ellos mi nombre y el apellido de mis padres, Abrahán e Isaac. Sean una multitud en medio de la tierra.
2 Samuel 4:9 - Nueva Biblia Española (1975) Pero David dijo a Recab y Baaná, hijos de Rimón, el de Pozos: ¡Vive Dios, que me ha salvado la vida de todo peligro! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y David respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón beerotita, y les dijo: Vive Jehová que ha redimido mi alma de toda angustia, Biblia Nueva Traducción Viviente Pero David les dijo a Recab y a Baana: —El Señor, quien me salva de todos mis enemigos, es mi testigo. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero David respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón de Beerot: 'Por Yavé que vive y que me ha librado de todos mis problemas, La Biblia Textual 3a Edicion Pero David respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón beerotita, diciendo: ¡Vive YHVH que ha redimido mi alma de toda adversidad! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero David respondió a Recab y a su hermano Baaná, hijos de Rimón de Beerot, y les dijo: '¡Por vida de Yahveh que me ha librado de toda angustia! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y David respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón beerotita, y les dijo: Vive Jehová que ha redimido mi alma de toda adversidad, |
el ángel que me libró de todo mal, bendiga a estos chicos. Continúe en ellos mi nombre y el apellido de mis padres, Abrahán e Isaac. Sean una multitud en medio de la tierra.
Isbaal, hijo de Saúl, tenía dos jefes de guerrillas: uno se llamaba Baaná y el otro Recab, hijos de Rimón, el de Pozos, benjaminitas (porque también Pozos se consideraba perteneciente a Benjamín;
él rescata tu vida de la fosa y te rodea con su misericordia y su cariño;
los salvó de la mano del adversario, los rescató del puño del enemigo;
Que lo confiesen los redimidos por el Señor, los que él rescató de la mano del enemigo,
Cuando uno clama, el Señor lo escucha y lo libra de toda su angustia;
El Señor redime a sus siervos, no será castigado quien se acoge a él.
Que como yo he respetado hoy tu vida, respete el Señor la mía y me libre de todo peligro.