hijos de Benjamín: Bela, Béquer y Asbel; hijos de Bela: Guerá, Naamán, Ejí, Ros, Mupín, Jupín y Ared.
2 Samuel 20:1 - Nueva Biblia Española (1975) Estaba allí por casualidad un desalmado llamado Sebá, hijo de Bicrí, benjaminita, que tocó la trompa, y dijo: ¿Qué nos repartimos nosotros con David? ¡No heredamos juntos con el hijo de Jesé! ¡A tus tiendas, Israel! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Aconteció que se hallaba allí un hombre perverso que se llamaba Seba hijo de Bicri, hombre de Benjamín, el cual tocó la trompeta, y dijo: No tenemos nosotros parte en David, ni heredad con el hijo de Isaí. ¡Cada uno a su tienda, Israel! Biblia Nueva Traducción Viviente Sucedió que había un alborotador allí de nombre Seba, hijo de Bicri, un hombre de la tribu de Benjamín. Seba tocó un cuerno de carnero y comenzó a repetir: «¡Abajo la dinastía de David! No nos interesa para nada el hijo de Isaí. Vamos, hombres de Israel, todos a sus casas». Biblia Católica (Latinoamericana) Había allí un hombre malvado, llamado Sebá, hijo de Bicri, de la tribu de Benjamín. Tocó el cuerno y proclamó: 'Nada tenemos que ver con David, nada tenemos que esperar del hijo de Jesé. ¡Israel, regresa a tus tiendas!' La Biblia Textual 3a Edicion Pero estaba allí cierto hombre de Belial, llamado Seba ben Bicri, benjamita, quien dio soplido al shofar, y dijo: ¡No tenemos parte en David ni heredad en el hijo de Isaí! ¡Israel: cada uno a sus dioses!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hallábase allí un hombre perverso, llamado Seba, hijo de Bicrí, benjaminita, que mandó tocar la trompeta y dijo: 'No tenemos parte con David, ni herencia con el hijo de Jesé. ¡Cada uno a su tienda, Israel!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que se hallaba allí un hombre de Belial que se llamaba Seba, hijo de Bicri, hombre de Benjamín, el cual tocó la trompeta, y dijo: No tenemos nosotros parte en David, ni heredad en el hijo de Isaí: ¡Cada uno a su tienda, oh Israel! |
hijos de Benjamín: Bela, Béquer y Asbel; hijos de Bela: Guerá, Naamán, Ejí, Ros, Mupín, Jupín y Ared.
pero despachó agentes por todas las tribus de Israel con este encargo: Cuando oigan el sonido de la trompa, digan: '¡Absalón es rey en Hebrón!'.
Luego dijo David a Abisay y a todos sus cortesanos: Ya ven. Un hijo mío, salido de mis entrañas, intenta matarme, ¡y les extraña ese benjaminita! Dejen que me maldiga, porque se lo ha mandado el Señor.
Luego agarraron a Absalón y lo tiraron a un hoyo grande en la espesura, y echaron encima un montón enorme de piedras; Los israelitas huyeron todos a la desbandada.
Los israelitas, dejando a David, siguieron a Sebá-, hijo de Bicrí, mientras que los de Judá, desde el Jordán hasta Jerusalén, siguieron fieles al rey.
Con su ingenio convenció a la gente. Decapitaron a Sebá, hijo de Bicrí, y le tiraron a Joab la cabeza. Joab tocó la trompa, y dejando el asedio, marcharon cada cual a su casa. Joab volvió a Jerusalén, al palacio real.
Viendo los israelitas que el rey no les hacía caso, le replicaron: ¿Qué nos repartimos nosotros con David? ¡No heredamos juntos con el hijo de Jesé! i A tus tiendas, Israel! ¡Ahora, David, a cuidar de tu casa! Los de Israel se marcharon a casa;
Sienten enfrente a dos canallas que declaren contra él: 'Has maldecido a Dios y al rey'. Lo sacan afuera y lo apedrean, hasta que muera'.
Viendo los israelitas que el rey no les hacía caso, le replicaron: ¿Qué nos repartimos nosotros con David? ¡No heredamos juntos con el hijo de Jesé! ¡A tus tiendas, Israel! ¡Ahora, David, a cuidar de tu casa!
y el rey Roboán consultó a los ancianos que habían estado al servicio de su padre, Salomón, mientras vivía: ¿Qué me aconsejan que responda a esa gente?
Levántate, Señor; hazle frente, doblégalo, que tu espada me libre del malvado.
Aun sobre lo que has visto no tengas prisa en pleitear, pues ¿qué harás al final, cuando tu prójimo te saque los colores?
Fuelle para las brasas y leña para el fuego es el pendenciero para atizar la riña.
Sus conciudadanos, que lo aborrecían, enviaron detrás de él una delegación que dijera: 'No queremos a éste por rey'.
Ya esos enemigos míos que no me querían por rey, tráiganlos acá y mátenlos en mi presencia.
Le dijo Pedro: No me lavarás los pies jamás. Le repuso Jesús: Si no dejas que te lave, no tienes nada que ver conmigo.
han salido canallas que extravían a los vecinos, proponiéndoles: 'Vamos a dar culto a dioses extranjeros y desconocidos',
Ya estaban animándose cuando los del pueblo, unos pervertidos, rodearon la casa, y golpeando la puerta, gritaron al viejo, dueño de la casa: Saca el hombre que ha entrado en tu casa, que nos aprovechemos de él.
En cuanto llegó, tocó a rebato en la serranía de Efraín. Los israelitas bajaron de los montes, con él al frente.
Se marchó y fue a recoger espigas en las tierras, siguiendo a los segadores. Fue a parar a una de las tierras de Boaz, de la familia de Elimélec,
Seleccionó a tres mil hombres de Israel: dos mil estaban con él en Micmás y la montaña de Betel, y mil estaban con Jonatán en Loma de Benjamín, AI resto del ejército lo licenció.
En cambio, los hijos de Eli eran unos desalmados: no respetaban al Señor
Pero David dijo: No hagan eso, camaradas, después que el Señor nos ha dado la victoria, nos ha protegido y nos ha entregado esa banda que nos había atacado.