Cuando David llegó al humilladero que había en la cima, salió a su encuentro Jusay, el arquita rasgada la túnica y con polvo en la cabeza.
2 Samuel 16:16 - Nueva Biblia Española (1975) Cuando Jusay, el arquita, amigo de David, se presentó a Absalón, le dijo: ¡Viva el rey! ¡Viva el rey! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Aconteció luego, que cuando Husai arquita, amigo de David, vino al encuentro de Absalón, dijo Husai: ¡Viva el rey, viva el rey! Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando llegó Husai el arquita, el amigo de David, enseguida fue a ver a Absalón. —¡Viva el rey! —exclamó—. ¡Viva el rey! Biblia Católica (Latinoamericana) Jusaí el arquita, consejero de David, fue a presentarse a Absalón, le dijo: '¡Viva el rey! ¡Viva el rey!' La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que cuando Husai arquita, el amigo de David, llegó ante Absalón, Husai dijo a Absalón: ¡Viva el rey! ¡Viva el rey! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jusay, el arquita, amigo de David, se presentó a Absalón y le dijo: '¡Viva el rey! ¡Viva el rey!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sucedió que cuando Husai arquita, amigo de David, llegó a donde estaba Absalón, Husai dijo a Absalón: Viva el rey, viva el rey. |
Cuando David llegó al humilladero que había en la cima, salió a su encuentro Jusay, el arquita rasgada la túnica y con polvo en la cabeza.
Pero puedes hacer fracasar el plan de Ajitófel, si vuelves a la ciudad y le dices a Absalón: 'Majestad, soy tu esclavo; antes lo fui de tu padre, ahora lo soy tuyo'.
Jusay, amigo de David, se fue a la ciudad. Y Absalón entró en Jerusalén.
porque hoy ha ido a sacrificar toros, terneros cebados y ovejas en cantidad, y ha invitado a todos los hijos del rey, a los generales y al sacerdote Abiatar, y ahí están, banqueteando con él, y le aclaman: '¡Viva el rey Adonías!'.
El sacerdote Sadoc lo ungirá allí rey de Israel; toquen la trompeta y aclamen: '¡Viva el rey Salomón!'.
Azarías, hijo de Natán, ministro del Interior; Zabud, hijo de Natán, del consejo privado del rey;
Entonces Yehoyadá sacó al hijo del rey, le colocó la diadema y las insignias, lo ungió rey, y todos aplaudieron, aclamando: ¡Viva el rey!
Respondieron los adivinos: ¡Viva el rey eternamente! Cuente su majestad el sueño y nosotros explicaremos su sentido.
Al saber lo que le ocurría al rey y a los nobles, la reina entró en la sala del banquete, y dijo: ¡Viva siempre el rey! No te turbes ni palidezcas.
Entonces los ministros y sátrapas fueron a urgir al rey diciéndole: ¡Viva siempre el rey Darío!
Y los grupos que iban delante y detrás gritaban: ¡Sálvanos' por el Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Sálvenos desde lo alto!
Entonces Samuel dijo a todo el pueblo: ¡Miren a quién ha elegido el Señor! ¡No hay como él en todo el pueblo! Todos aclamaron: ¡Viva el rey!