Así dice el Señor: Yo haré que de tu propia casa nazca tu desgracia; te arrebataré tus mujeres y ante tus ojos se las daré a otro, que se acostará con ellas a la luz del sol que nos alumbra.
2 Samuel 15:16 - Nueva Biblia Española (1975) El rey dejó diez concubinas para cuidar del palacio Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El rey entonces salió, con toda su familia en pos de él. Y dejó el rey diez mujeres concubinas, para que guardasen la casa. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el rey salió de inmediato junto con todos los de su casa. No dejó a nadie excepto a diez de sus concubinas para que cuidaran el palacio. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey salió a pie con toda su familia, dejando en la ciudad a diez concubinas para que cuidaran el palacio. La Biblia Textual 3a Edicion Salió entonces el rey con toda su casa tras él. Pero el rey dejó a diez mujeres concubinas para cuidar la casa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Salió entonces el rey, a pie, con toda su familia, y dejó diez concubinas al cuidado de la casa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El rey entonces salió, con toda su familia en pos de él. Y dejó el rey diez mujeres concubinas para que guardasen la casa. |
Así dice el Señor: Yo haré que de tu propia casa nazca tu desgracia; te arrebataré tus mujeres y ante tus ojos se las daré a otro, que se acostará con ellas a la luz del sol que nos alumbra.
Los cortesanos le respondieron: Lo que su majestad decida. ¡A tus órdenes!
y salió acompañado de toda su corte. Se detuvieron junto a la última casa de la ciudad;
Absalón, al que ungimos rey, ha muerto en la batalla; así que ¿por qué están ustedes cruzados de brazos y no traen al rey a su palacio?
Cuando David llegó a su palacio de Jerusalén, encerró en el harén a las diez concubinas que había dejado al cuidado del palacio; las mantenía, pero no se acostó con ellas; quedaron como viudas de por vida.
y no se amolden al mundo éste, sino váyanse transformando con la nueva mentalidad, para ser ustedes capaces de distinguir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, conveniente y acabado.
Barac movilizó en Cades a Zabulón y Neftalí; diez mil hombres lo siguieron, y también Débora subió con él.
Ahora, este obsequio que tu servidora le ha traído a su señor, que sea para los sirvientes que acompañan a mi señor.
Luego se levantó aprisa y montó en el burro; cinco sirvientas suyas la acompañaban, detrás de los emisarios dé David. Y se casó con él.