En tu pueblo todos serán justos y poseerán por siempre la tierra: es el brote que yo he plantado, la obra de mis manos, para gloria mía.
2 Pedro 3:13 - Nueva Biblia Española (1975) De acuerdo con su promesa, aguardamos un cielo nuevo y una tierra nueva' en los que habite la justicia. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero nosotros esperamos con entusiasmo los cielos nuevos y la tierra nueva que él prometió, un mundo lleno de la justicia de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Mas nosotros esperamos, según la promesa de Dios, cielos nuevos y una tierra nueva en que reine la justicia. La Biblia Textual 3a Edicion Pero, según su promesa, esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero esperamos, según su promesa, nuevos cielos y nueva tierra, en los que habita la justicia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero nosotros esperamos según su promesa, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. |
En tu pueblo todos serán justos y poseerán por siempre la tierra: es el brote que yo he plantado, la obra de mis manos, para gloria mía.
Miren, yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva: de lo pasado no haya recuerdo ni venga pensamiento,
El lobo y el cordero pastarán juntos, el león como el buey comerá paja. No harán daño ni estrago por todo mi Monte Santo -dice el Señor-
Corrió el cielo huevo y la tierra nueva, que voy a hacer, durarán ante mí -oráculo del Señor- , así durará su estirpe y su nombre.
que se verá liberada de la esclavitud a la decadencia, para alcanzar la libertad y la gloria de los hijos de Dios.
Con eso nos ha concedido también los inapreciables y extraordinarios bienes prometidos, que les permiten a ustedes escapar de la ruina que el egoísmo causa en el mundo y participar de la naturaleza de Dios.
Vi entonces un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y el mar ya no existía.
pero nunca entrará en ella nada impuro, ni idólatras ni impostores, sólo entrarán los inscritos en el registro de los vivos que tiene el Cordero.