2 Corintios 7:9 - Nueva Biblia Española (1975) pero ahora me alegro, no de que sintieran pesar, sino de que ese pesar produjera enmienda. Su pesar fue realmente como Dios manda, de modo que no salieron perdiendo nada por causa mía. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora me alegro de haberla enviado, no porque los haya lastimado, sino porque el dolor hizo que se arrepintieran y cambiaran su conducta. Fue la clase de tristeza que Dios quiere que su pueblo tenga, de modo que no les hicimos daño de ninguna manera. Biblia Católica (Latinoamericana) ahora me alegro, no por su tristeza, sino porque esa tristeza los llevó al arrepentimiento. Esa tristeza venía de Dios, de manera que ningún mal les sobrevino por causa nuestra. La Biblia Textual 3a Edicion ahora me regocijo, no porque fuisteis contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento. Porque fuisteis contristados según Dios, para que en nada sufrierais pérdida por causa de nosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ahora me alegro, no porque os entristecisteis, sino porque esa tristeza provocó vuestra conversión. Porque os entristecisteis según Dios, de modo que no sufristeis ningún daño por nuestra parte. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nosotros. |
Sobre la dinastía davídica y los vecinos de Jerusalén derramaré un espíritu de compunción y de pedir perdón. Al mirarme traspasado por ellos mismos, harán duelo como por un hijo único, llorarán como se llora a un primogénito.
Les digo que la misma alegría sienten los ángeles de Dios por un solo pecador que se enmienda.
Además, había que hacer fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo se había muerto y ha vuelto a vivir, se había perdido y se le ha encontrado.
Les digo que lo mismo pasa en el cielo; da más alegría un pecador que se enmienda, que noventa y nueve justos que no necesitan enmendarse.
instando lo mismo a judíos que a griegos a convertirse a Dios y a creer en nuestro Señor Jesús.
Mi orgullo es el testimonio de mi conciencia; ella me asegura que trato con todo el mundo, y no digamos con ustedes, con la sinceridad y candor que Dios da, y no por saber humano, sino por gracia de Dios,
para éstos, un olor que da muerte y sólo muerte; para los otros, un olor que da vida y sólo vida. Y para esto, ¿quién tiene aptitudes?
Por eso, aunque les causé pena con mi carta, no lo siento; antes lo sentía, viendo que aquella carta les dolió, aunque fue por poco tiempo;