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2 Corintios 5:4 - Nueva Biblia Española (1975)

Sí, los que vivimos en tiendas suspiramos angustiados, porque no querríamos quitarnos lo que tenemos puesto, sino vestirnos encima, de modo que lo mortal quedara absorbido por la vida.

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Biblia Reina Valera 1960

Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Mientras vivimos en este cuerpo terrenal, gemimos y suspiramos, pero no es que queramos morir y deshacernos de este cuerpo que nos viste. Más bien, queremos ponernos nuestro cuerpo nuevo para que este cuerpo que muere sea consumido por la vida.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Sí, mientras estamos bajo tiendas de campaña sentimos un peso y angustia: no querríamos que se nos quitase este vestido, sino que nos gustaría más que se nos pusiese el otro encima y que la verdadera vida se tragase todo lo que es mortal.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque los que aún estamos en este tabernáculo, gemimos con angustia, por cuanto no queremos ser desvestidos, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Los que estamos en esta tienda gemimos agobiados, no porque queramos ser desvestidos, sino sobrevestidos, de suerte que lo mortal quede absorbido por la vida.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque nosotros que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.

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2 Corintios 5:4
8 Tagairtí Cros  

y aniquilará la muerte para siempre. El Señor enjugará las lágrimas de todos los rostros y alejará de la tierra entera el oprobio de su pueblo -lo ha dicho el Señor-.


Levantan y enrollan mi morada como tienda de pastores. Como un tejedor devanaba yo mi vida, y me cortan la trama. Día y noche me estás acabando,


Más aún: incluso nosotros, que poseemos el Espíritu como primicia, gemimos en lo íntimo a la espera, de la plena condición de hijos, del rescate de nuestro ser,


Miren, les revelo un secreto: no todos moriremos, pero todos seremos transformados en un instante,


y de hecho por eso suspiramos, por el anhelo de vestirnos encima la morada que viene del cielo,


suponiendo que, al quitarnos ésta, no quedemos desnudos del todo.


Mientras habito en esta tienda de campaña creo deber mío refrescarles la memoria,