devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con tu espíritu generoso.
2 Corintios 3:17 - Nueva Biblia Española (1975) ahora bien, ese Señor es el Espíritu, y donde hay Espíritu del Señor, hay libertad. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Biblia Católica (Latinoamericana) El Señor es espíritu, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad. La Biblia Textual 3a Edicion porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 El Señor es el Espíritu; y donde hay Espíritu del Señor, hay libertad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. |
devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con tu espíritu generoso.
Es el Espíritu quien da vida, la carne no es de ningún provecho; las exigencias que les he estado exponiendo son espíritu y son vida.
pues, mediante el Mesías Jesús, el régimen del Espíritu de la vida te ha liberado del régimen del pecado y de la muerte.
así está escrito: 'El primer hombre, Adán, fue un ser animado”, el último Adán es un espíritu de vida.
Y nosotros, que llevamos todos la cara descubierta y reflejamos la gloria del Señor, nos vamos transformando en su imagen con resplandor creciente; tal es el influjo del Espíritu' del Señor.
Fue él quien nos hizo aptos para el servicio de una alianza nueva, no de código', sino de Espíritu; porque el código da muerte, mientras el Espíritu da vida.
Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios envió a su interior el Espíritu de su Hijo, que grita: ¡Abba! ¡Padre!
Para que seamos libres nos liberó el Mesías; así que manténganse firmes y no se dejen atar de nuevo al yugo de la esclavitud.
A ustedes, hermanos, los han llamado a la libertad; solamente que esa libertad no dé pie a los bajos instintos. Al contrario, que el amor los tenga al servicio de los demás,
porque Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino un espíritu de valentía, de amor y de dominio propio.