Después consultó David al Señor: ¿Puedo ir a alguna ciudad de Judá? El Señor le respondió: Sí. David preguntó: ¿A cuál debo ir? Respondió: A Hebrón:
1 Samuel 23:2 - Nueva Biblia Española (1975) David consultó al Señor: ¿Puedo ir a matar a los filisteos? El Señor le respondió: Vete, porque los derrotarás y liberarás Queilá. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Iré a atacar a estos filisteos? Y Jehová respondió a David: Ve, ataca a los filisteos, y libra a Keila. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces David le preguntó al Señor: —¿Debo ir y atacarlos? —Sí, ve y salva a Keila —le dijo el Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces David consultó a Yavé, preguntándole: '¿Debo marchar contra los filisteos?' Yavé respondió a David: 'Anda, derrotarás a los filisteos y librarás a Queila'. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces David consultó a YHVH, diciendo: ¿Iré y atacaré a estos filisteos? Y YHVH dijo a David: Ve, ataca a los filisteos y libera a Keila. Biblia Serafín de Ausejo 1975 David consultó entonces a Yahveh: '¿Debo ir a batir a estos filisteos?'. Respondió Yahveh a David: 'Vete, los derrotarás y salvarás así a Queilá'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Iré a herir a estos filisteos? Y Jehová respondió a David: Ve, hiere a los filisteos, y libra a Keila. |
Después consultó David al Señor: ¿Puedo ir a alguna ciudad de Judá? El Señor le respondió: Sí. David preguntó: ¿A cuál debo ir? Respondió: A Hebrón:
David consultó al Señor: ¿Puedo atacar a los filisteos? ¿Me los entregarás? El Señor le respondió: Atácalos, que yo te los entrego.
David consultó al Señor, que respondió: No ataques. Rodéalos por detrás, y luego atácalos frente a las moreras.
Te instruiré, te enseñaré el camino que has de seguir, te aconsejaré, no te perderé de vista.
Ya lo sé, Señor, que el hombre no es dueño de sus caminos, que nadie puede establecer su propio curso.
Se presentará a Eleazar, el sacerdote, que consultará por él al Señor por medio de las suertes; y conforme al oráculo, saldrán y entrarán él y los israelitas, toda la comunidad.
Entonces los oficiales de Josué tomaron de las provisiones de los viajeros, sin consultar al Señor.
Después que murió Josué, los israelitas consultaron al Señor: ¿Quién de nosotros subirá el primero a luchar contra los cananeos?
Consultaron de nuevo al Señor: ¿Ha venido aquí Saúl? El Señor respondió: Está escondido entre los equipajes.
Saúl consultó a Dios: ¿Puedo bajar tras los filisteos? ¿Los entregarás en poder de Israel? Aquel día no obtuvo respuesta.
La gente de David le dijo: Aquí, en Judá, estamos con miedo; cuánto más si vamos a Queilá a atacar a los escuadrones filisteos.
David volvió a consultar al Señor. Y el Señor le respondió: Emprende la marcha hacia Queilá, que yo te entrego a los filisteos.
(Cuando Abiatar, hijo de Ajimélec, huyó a donde David, a Queilá, llevó consigo un efod).
Entonces David marchó con sus seiscientos hombres; pero al llegar a la vaguada de Besor, se quedaron doscientos, demasiado cansados para pasar la vaguada,