escúchalas tú desde el cielo, donde moras, perdona y actúa, paga a cada uno según su conducta; tú que conoces el corazón, porque sólo tú conoces el corazón humano;
1 Samuel 2:3 - Nueva Biblia Española (1975) No multipliquen discursos altivos, no echen por la boca arrogancias, porque el Señor es un Dios que sabe, él es quien pesa las acciones. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No multipliquéis palabras de grandeza y altanería; Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; Porque el Dios de todo saber es Jehová, Y a él toca el pesar las acciones. Biblia Nueva Traducción Viviente »¡Dejen de ser tan orgullosos y altaneros! ¡No hablen con tanta arrogancia! Pues el Señor es un Dios que sabe lo que han hecho; él juzgará sus acciones. Biblia Católica (Latinoamericana) Basta de palabras altaneras,
no salga más la arrogancia de su boca.
Yavé es un Dios que todo lo sabe,
él es quien pesa las acciones. La Biblia Textual 3a Edicion No multipliquéis palabras altaneras; Ni salga arrogancia de vuestra boca; Porque YHVH es Dios de sabiduría, Y Él sopesa las acciones. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No multipliquéis palabras altaneras, no salga de vuestra boca la insolencia, porque Dios sapientísimo es Yahveh, a él toca pesar las acciones. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No multipliquéis palabras de grandeza y altanerías; cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; porque el Dios de todo saber es Jehová, y a Él toca el pesar las acciones. |
escúchalas tú desde el cielo, donde moras, perdona y actúa, paga a cada uno según su conducta; tú que conoces el corazón, porque sólo tú conoces el corazón humano;
queden mudos los labios mentirosos, que profieren insolencias contra el justo con soberbia y desprecio.
¿no lo habría averiguado Dios, él que penetra los secretos del corazón?
no alcen la testuz contra el cielo, no digan insolencias contra la Roca'.
El hombre piensa que su conducta es limpia, pero es Dios quien pesa los corazones.
Porque digas: 'No me doy cuenta', ¿no lo va a saber el que pesa los corazones? El que vigila tu vida lo sabe y paga al hombre sus acciones.
(El respeto del Señor odia el mal). Yo detesto el orgullo y la soberbia, el mal camino y la boca falsa,
¿A quién has ultrajado e insultado, contra quién has alzado la voz y levantado tus ojos a lo alto? ¡Contra el Santo de Israel!
Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo las entrañas, para pagar al hombre su conducta, lo que merecen sus obras.
Se envalentonaron contra mí con sus bravatas y se insolentaron contra mí con su palabrería -y yo lo estaba oyendo-.
Y ahora yo, Nabucodonosor, alabo y ensalzo y glorifico al Rey del cielo, porque sus obras son justas y rectos sus caminos; al que procede con arrogancia lo humilla.
Dice el Señor: Sus discursos son insolentes contra mí. Objetan: ¿en qué te ofenden nuestras palabras?
Además la palabra de Dios es viva y enérgica, más cortante que una espada de dos filos, penetra hasta la unión de alma y espíritu, de órganos y médula, juzga sentimientos y pensamientos.
¡El Señor, Dios de los dioses; el Señor, Dios de los dioses, lo sabe bien, y que Israel lo sepa! Si ha habido rebelión o pecado contra el Señor, que nos castigue hoy mismo.
Alos hijos que tuvo les daré muerte; así sabrán todas las iglesias que yo soy el que escruta corazones y mentes y que les voy a pagar a cada uno de ustedes conforme a sus obras.
Entonces Zebul le dijo: ¿Dónde está esa boca que decía: 'Quién es Abimelec para que seamos sus esclavos'? ¡Esos son los que despreciabas! Sal ahora y lucha con ellos.
Pero el Señor le dijo: No te fijes en las apariencias ni en su buena estatura. Lo rechazo. Porque Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia. El Señor ve el corazón.