Tenías tantos dioses como poblados, Judá; hiciste tantos altares como calles, Jerusalén; altares para ofrecer sacrificios a Baal.
1 Corintios 8:5 - Nueva Biblia Española (1975) pues aunque hay los llamados dioses, ya sea en el cielo, ya en la tierra -y de hecho hay numerosos dioses y numerosos señores-, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), Biblia Nueva Traducción Viviente Puede que existan esos llamados «dioses» tanto en el cielo como en la tierra, y algunas personas de hecho rinden culto a muchos dioses y a muchos señores. Biblia Católica (Latinoamericana) Ciertamente la gente habla de dioses en el cielo o en la tierra, y en ese sentido hay muchos dioses y señores. La Biblia Textual 3a Edicion Porque aun cuando hay los llamados dioses, sea en el cielo o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque, aunque se diga que hay dioses en el cielo o en la tierra, que hay muchos dioses y muchos señores, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque aunque haya algunos que se llamen dioses, ya sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), |
Tenías tantos dioses como poblados, Judá; hiciste tantos altares como calles, Jerusalén; altares para ofrecer sacrificios a Baal.
¿Cambia un pueblo de dios? Y eso que no es dios, pues mi pueblo cambió su Gloria por el que no sirve.
¿Y dónde están los dioses que te hacías? ¡Que se levanten ellos y te saquen del aprieto! Pues tantos como poblados eran tus dioses, Judá.
Apurando el vino, alababan a los dioses de oro y plata, de bronce y hierro, de piedra y madera.
Cuando acudió la gente, les preguntó Pilato: ¿A quién quieren que les suelte, a Jesús Barrabás o a Jesús a quien llaman Mesías?
Antes, cuando no sabían de Dios, se hicieron esclavos de seres que por su naturaleza no son dioses.
que el Señor, su Dios, es Dios de dioses y Señor de señores; Dios grande, fuerte y terrible, no es parcial ni acepta soborno,
el que se enfrentará y se pondrá por encima de todo lo que se llama Dios o es objeto de culto, hasta instalarse en el templo de Dios, proclamándose él mismo Dios',