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1 Corintios 11:3 - Nueva Biblia Española (1975)

Quiero que sepan, sin embargo, que el Mesías es cabeza de todo hombre, el hombre cabeza de la mujer y Dios cabeza del Mesías.

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Biblia Reina Valera 1960

Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero hay algo que quiero que sepan: la cabeza de todo hombre es Cristo, la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero quiero recordarles que la cabeza de todo varón es Cristo, y la cabeza de la mujer es el varón, y la cabeza de Cristo es Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo varón es el Mesías, y la cabeza de la mujer es el varón, y la cabeza del Mesías es Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero quisiera que comprendierais esto: la cabeza de todo varón es Cristo; la cabeza de la mujer es el varón; y la cabeza de Cristo es Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo.

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1 Corintios 11:3
23 Tagairtí Cros  

A la mujer le dijo: Mucho te haré sufrir en tu embarazo, parirás hijos con dolor, tendrás ansia de tu marido, y él te dominará.


Miren, mi siervo tendrá éxito, subirá y crecerá mucho.


a él le hice mi testigo para los pueblos, caudillo y soberano de naciones;


Se acercó Jesús y les habló así: Se me ha dado plena autoridad en el cielo y en la tierra.


han oído lo que les dije, que me marcho para volver con ustedes. Si me amaran, se alegrarían de que vaya con el Padre, porque el Padre es más que yo.


pero ustedes son del Mesías y el Mesías, de Dios.


En vez de eso, siendo auténticos en el amor, crezcamos en todo aspecto hacia aquel que es la cabeza, Cristo.


El es también la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia. El es el principio, el primero en nacer de la muerte, para tener en todo la primacía,


y por él, que es cabeza de toda soberanía y autoridad, han obtenido ustedes su plenitud.


ése se desprende de la cabeza, que por las junturas y tendones da al cuerpo entero alimento y cohesión, haciéndolo crecer como Dios quiere.


Mujeres, sean dóciles a sus maridos, como conviene a cristianas.


Respecto a las mujeres: sean sumisas a los propios maridos; de este modo, si hay algunos rebeldes a la palabra, la conducta de sus mujeres podrá ganarlos sin palabras,