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1 Corintios 1:17 - Nueva Biblia Española (1975)

Porque el Mesías no me mandó a bautizar, sino a dar la buena noticia; y eso sin elocuencia, para que no pierda su eficacia la cruz del Mesías.

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Biblia Reina Valera 1960

Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pues Cristo no me envió a bautizar sino a predicar la Buena Noticia, y no con palabras ingeniosas, por temor a que la cruz de Cristo perdiera su poder.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

De todas maneras, no me envió Cristo a bautizar, sino a proclamar el Evangelio. ¡Y no con discursos sofisticados! Pues entonces la cruz de Cristo ya no tendría sentido.

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La Biblia Textual 3a Edicion

porque no me envió el Mesías a bautizar sino a evangelizar, no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana° la cruz del Mesías.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Porque Cristo no me envió a bautizar, sino a evangelizar; y no con sabias palabras, para no privar de eficacia la cruz de Cristo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.

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1 Corintios 1:17
13 Tagairtí Cros  

Se enteraron los fariseos de que Jesús hacía más discípulos y bautizaba más que Juan


(aunque, en realidad, no bautizaba él personalmente, sino sus discípulos).


Y dispuso que recibieran el bautismo de Jesús el Mesías. Entonces le rogaron que se quedara allí unos días.


Por eso yo, hermanos, cuando llegué a su ciudad, no llegué anunciándoles el secreto de Dios con ostentación de elocuencia o saber;


Eso precisamente exponemos, no con el lenguaje que enseña el saber humano, sino con el que enseña el Espíritu, explicando temas espirituales a hombres de espíritu.


Mi orgullo es el testimonio de mi conciencia; ella me asegura que trato con todo el mundo, y no digamos con ustedes, con la sinceridad y candor que Dios da, y no por saber humano, sino por gracia de Dios,


Alguno dice: 'Las cartas, sí, son duras y severas, pero tiene poca presencia y un hablar detestable'.


En el hablar seré inculto, de acuerdo; pero en el saber no, y se lo he demostrado siempre y en todo.


al contrario, hemos renunciado a manejos vergonzosos, dejándonos de intrigas y no falseando el mensaje de Dios; en vez de eso, manifestando la verdad, nos recomendamos a la íntima conciencia que tiene todo hombre ante Dios.


Porque cuando les hablábamos de la venida de nuestro Señor, Jesús Mesías, en toda su potencia, no imitábamos fábulas rebuscadas, sino que habíamos sido testigos presenciales de su grandeza.