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Santiago 3:3 - Biblia Version Moderna (1929)

3 Pues si ponemos frenos en las bocas de los caballos, para que nos obedezcan, tornamos en derredor todo su cuerpo también.

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

3 He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Podemos hacer que un caballo vaya adonde queramos si le ponemos un pequeño freno en la boca.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Poniendo un freno en la boca del caballo podemos dominarlo, y sometemos así todo su cuerpo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Si ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, también dirigimos todo su cuerpo hacia uno y otro lado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Cuando ponemos a los caballos freno en la boca para que nos obedezcan, guiamos a la vez todo su cuerpo.

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Santiago 3:3
7 Σταυροειδείς Αναφορές  

A causa de tu rabia contra mí, y por cuanto tu soberbia ha subido y entrado en mis oídos, yo pondré mi garfio en tu nariz, y mi freno en tus labios; y te haré volver por el camino por donde viniste.


¿Quién jamás abrió la delantera de su cota de malla? dentro de los dobleces de sus mandíbulas ¿quién se meterá?


No seas como el caballo, o como el mulo, que no tiene entendimiento; que ha de ser sujetado con cabestro y con freno, jaez que le conviene, por no querer llegar a ti.


YO dije: Cuidaré de mis caminos, para no pecar con mi lengua: guardaré mi boca con una mordaza, en tanto que el inicuo esté delante de mí.


A causa de tu rabia contra mí, y por cuanto tu soberbia ha subido y entrado en mis oídos, yo pondré mi garfio en tu nariz, y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste.


Si alguno piensa que es religioso, y no refrena su lengua, antes engaña su corazón, la religión del tal hombre es vana.


He aquí también las naves, las cuales, siendo tan grandes, y estando impelidas por vientos muy fuertes, sin embargo, por medio de un pequeñísimo timón, se les da vuelta a dondequiera que quisiere el impulso del piloto.


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