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Marcos 10:52 - Biblia Version Moderna (1929)

52 Y Jesús le dijo: Véte; tu fe te ha sanado. Y al instante recuperó la vista, y le seguía en el camino.

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

52 Y Jesús le dijo: —Puedes irte, pues tu fe te ha sanado. Al instante el hombre pudo ver y siguió a Jesús por el camino.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

52 Entonces Jesús le dijo: 'Puedes irte, tu fe te ha salvado. Y al instante pudo ver y siguió a Jesús por el camino.

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La Biblia Textual 3a Edicion

52 Y Jesús le dijo: Anda, tu fe te ha sanado. Y al instante recobró la vista, y lo seguía° en el camino.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

52 Jesús le dijo: 'Vete; tu fe te ha salvado'. Y al momento recobró la vista y lo iba siguiendo por el camino.

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Marcos 10:52
22 Σταυροειδείς Αναφορές  

Jehová abre los ojos de los ciegos; Jehová levanta a los agobiados; Jehová ama a los justos;


porque él dijo: ¡Sea! y fué; él mandó, y el mundo se presentó.


Entonces serán abiertos los ojos de los ciegos, y los oídos de los sordos serán destapados;


los ciegos reciben la vista, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es predicado el evangelio;


¶Entonces le fué traído un endemoniado, que era ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el mudo hablaba y veía.


Entonces Jesús respondiendo, le dijo: ¡Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo como quieres! Y su hija quedó sana desde aquella hora.


Y acudieron a él ciegos y cojos en el Templo; y los sanó.


Y extendiendo la mano, le tocó, diciendo:  Quiero: sé limpio.  Y al instante su lepra fué limpiada.


Pero volviéndose Jesús, y viéndola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha sanado.  Y la mujer quedó sana desde aquella hora.


Entonces llegóse, y tomándola de la mano la levantó; y la dejó la fiebre, y les servía.


Mas él le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; véte en paz, y queda sana de tu azote:


Luego puso las manos otra vez sobre sus ojos; y él fijó la vista resueltamente; y quedó restituído, y veía de lejos y claramente todas las cosas.


Mas él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado: véte en paz.


les dijo: Quien recibiere a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me recibiere a mí, recibe al que me envió. Porque aquel que es el menor entre todos vosotros, ése es grande.


Desde el principio del mundo, no se oyó jamás que nadie abriera los ojos a uno que nació ciego.


Y dijo Jesús: Para juicio vine a este mundo, a fin de que los que no ven, vean, y los que ven, queden ciegos.


para abrirles los ojos, a fin de que se vuelvan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban remisión de pecados, y herencia entre los que son santificados mediante la fe en mí.


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