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Deuteronomio 9:6 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

6 Una cosa debe quedar bien clara: si Dios les da esta buena tierra, no es porque ustedes sean muy buenos, pues en realidad son un pueblo muy terco.

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

6 Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehová tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres tú.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Debes reconocer que el Señor tu Dios no te da esa buena tierra porque tú seas bueno. No, porque no lo eres; eres un pueblo terco.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Sepas, pues, que no por tus méritos te ha dado Yavé tu herencia, esta tierra excelente, ya que tú eres un pueblo rebelde.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Entiende pues que no por tu justicia YHVH tu Dios te da esta buena tierra para heredarla, pues eres un pueblo de dura cerviz.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Entiende que no es por tus méritos por lo que te da Yahveh, tu Dios, esa hermosa tierra en posesión, pues eres un pueblo de dura cerviz.

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Deuteronomio 9:6
19 Σταυροειδείς Αναφορές  

Fue muy orgulloso y terco; nunca quiso arrepentirse ni obedecer al Dios de Israel. Sedequías fue tan rebelde que tampoco obedeció al rey Nabucodonosor ni cumplió con el juramento que le había hecho.


Así no seremos rebeldes, como lo fueron nuestros abuelos: tan malvados eran sus pensamientos que Dios no podía confiar en ellos.


diciendo: «¡Dios mío! ¡Dios mío! Si de veras me amas, acompáñanos. Es verdad que somos muy tercos, pero perdona nuestros pecados y acéptanos como tu pueblo».


»Por lo tanto, diles de mi parte a los israelitas: “Ustedes no merecen ser libres, pues por culpa de ustedes las naciones se burlan de mí. Sin embargo, para poner fin a sus burlas les daré libertad. Así las naciones verán que soy un Dios grande y poderoso, y reconocerán que yo soy el Dios de Israel. Lo he dicho, y lo cumpliré.


Antes de terminar su discurso, Esteban les dijo a los de la Junta Suprema: —¡Ustedes son muy tercos! ¡No entienden el mensaje de Dios! Son igual que sus antepasados. Siempre han desobedecido al Espíritu Santo.


Pero no sean tercos, ni se olviden jamás del pacto que tienen con Dios.


»En esa ocasión les ordené a todos los soldados tomar sus armas. Debían marchar al frente de las tribus que aún no tenían su propio territorio, pues Dios les daría uno.


pues los conozco muy bien. Yo sé que ustedes son tercos y rebeldes. Si ahora que estoy con ustedes desobedecen a Dios, ¿qué no harán cuando ya me haya muerto?


Me he dado cuenta de que este pueblo es muy terco.


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