Διαδικτυακή Βίβλος

Διαφημίσεις


Ολόκληρη η Βίβλος Παλαιά Διαθήκη Καινή Διαθήκη




Proverbios 4:4 - Biblia Version Moderna (1929)

y él me enseñó, y me decía: Retenga mis palabras tu corazón; oye mis mandamientos y vivirás

Δείτε το κεφάλαιο
προβολή Interlinear Bible

Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis razones, Guarda mis mandamientos, y vivirás.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Nueva Traducción Viviente

Mi padre me enseñó: «Toma en serio mis palabras. Sigue mis mandatos y vivirás.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Católica (Latinoamericana)

él me instruía entonces en estos términos: '¡Recuerda bien mis palabras; sigue mis consejos y vivirás!'

Δείτε το κεφάλαιο

La Biblia Textual 3a Edicion

Y él me enseñaba y me decía: Retenga tu corazón mis palabras, Guarda mis mandamientos, y vivirás.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Él me enseñaba y me decía: 'Retenga tu corazón mis palabras', guarda mis preceptos y vivirás,

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis palabras, guarda mis mandamientos, y vivirás.

Δείτε το κεφάλαιο
Άλλες μεταφράσεις



Proverbios 4:4
22 Σταυροειδείς Αναφορές  

Porque yo le he conocido a fin de que mande a sus hijos y a su casa después de sí, de modo que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio; para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha prometido acerca de él.


Y tú, Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre, y sírvele con sincero corazón, y con espíritu voluntario; porque Jehová escudriña todos los corazones, y entiende todas las imaginaciones de los pensamientos: ¡si le buscares, será hallado de ti; mas si le dejares, él te desechará para siempre!


Dentro de mi corazón he atesorado tu palabra, para no pecar contra ti.


Eternamente justos son tus testimonios; ¡dame entendimiento, y viviré! QOPH


Observo tus preceptos y tus testimonios; porque todos mis caminos están delante de ti. TAV


Críese al niño en el camino en que debe andar y cuando fuere viejo no se apartará de él.


¡Hijo mío, dame tu corazón, y observen tus ojos mis caminos!


HIJO mío, no te olvides de mi ley, mas guarde tu corazón mis mandamientos;


porque largura de días, y años de vida, y paz te concederán.


¡Guarda mis mandamientos, y vivirás; sí guarda mi enseñanza como a la niña de tu ojo!


¡Inclinad vuestro oído, y venid a mí! ¡escuchad, y vivirá vuestra alma! y yo haré con vosotros un pacto eterno, las misericordias segurísimas prometidas a David.


A lo cual Jeremías respondió: No te entregarán. Obedece, te lo ruego, a la voz de Jehová, respecto de lo que te digo, para que te vaya bien y para que viva tu alma.


Y yo sé que su mandamiento es vida eterna: todo cuanto digo, pues, según el Padre me ha dicho, así hablo.


Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino educadlos en la disciplina y amonestación del Señor.


Esto empero, que te guardes a ti mismo, oh Israel, y que guardes tu alma mucho, no sea que te olvides del las cosas que han visto tus mismos ojos, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, hazlas saber a tus hijos, y a los hijos de tus hijos:


Y estas palabras que te ordeno hoy, han de permanecer sobre tu corazón;


trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice; y estoy persuadido que habita en ti también.


y que desde la niñez has conocido las Santas Escrituras, que pueden hacerte sabio para la salvación, por medio de la fe que es en Cristo Jesús.


y habiendo sido hecho perfecto, vino a ser autor de eterna salvación a todos los que le obedecen;


Y dijo Manoa: Y bien, cuando se verifiquen tus palabras, ¿cuál ha de ser el régimen del muchacho y lo que se le ha de hacer?