Moisés pues tomó el dinero de los rescates, de los que resultaron demás de los redimidos por los Levitas;
Números 3:50 - Biblia Version Moderna (1929) de parte de los primogénitos de los hijos de Israel tomó el dinero, mil trescientos sesenta y cinco siclos, en siclos del Santuario. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 y recibió de los primogénitos de los hijos de Israel, en dinero, mil trescientos sesenta y cinco siclos, conforme al siclo del santuario. Biblia Nueva Traducción Viviente Reunió 1365 piezas de plata como pago por los primeros hijos varones de Israel. (Cada pieza pesa lo mismo que el siclo del santuario). Biblia Católica (Latinoamericana) Esta plata que pidió a los primogénitos de Israel era de mil trescientos sesenta y cinco siclos, en siclos del Santuario;' La Biblia Textual 3a Edicion y recibió en dinero de los primogénitos de los hijos de Israel, mil trescientos sesenta y cinco siclos, conforme al siclo del Santuario. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El montante del dinero de los primogénitos de los israelitas recibido por Moisés fue mil trescientos setenta y cinco siclos, según el peso del siclo del santuario. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y recibió de los primogénitos de los hijos de Israel en dinero, mil trescientos sesenta y cinco siclos, conforme al siclo del santuario. |
Moisés pues tomó el dinero de los rescates, de los que resultaron demás de los redimidos por los Levitas;
Y Moisés dió el dinero de los que fueron redimidos a Aarón y a sus hijos, por orden de Jehová; como había mandado Jehová a Moisés.
así como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
el cual se dió a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí mismo un pueblo de su propia posesión, celoso de buenas obras.
ni tampoco por medio de la sangre de machos de cabrío y de terneros, sino por la virtud de su propia sangre, entró una vez para siempre en el lugar santo, habiendo ya hallado eterna redención.
sabiendo que fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir, que vuestros padres os legaron, no con cosas corruptibles, como plata y oro,
Porque Cristo también padeció por los pecados, una vez para siempre, el justo por los injustos, a fin de llevarnos a Dios, cuando fué muerto en cuanto a la carne, pero vivificado en cuanto al espíritu;