¡Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve!
Números 19:18 - Biblia Version Moderna (1929) y un hombre limpio tomará un hisopo, y mojándolo en el agua, la rociará sobre la tienda, y sobre todos sus muebles, y sobre todas las personas que estuvieren allí; y sobre aquel que hubiere tocado el hueso, o al hombre muerto, o al difunto, o la sepultura. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 y un hombre limpio tomará hisopo, y lo mojará en el agua, y rociará sobre la tienda, sobre todos los muebles, sobre las personas que allí estuvieren, y sobre aquel que hubiere tocado el hueso, o el asesinado, o el muerto, o el sepulcro. Biblia Nueva Traducción Viviente Después, alguien ceremonialmente puro tomará una rama de hisopo y la mojará en el agua. Esa persona debe rociar el agua sobre la carpa, sobre todos los muebles de la carpa y sobre las personas que estaban en ella; también sobre la persona que tocó un hueso humano, o tocó a una persona que mataron o que murió de muerte natural, o tocó una tumba. Biblia Católica (Latinoamericana) Luego un hombre puro tomará una ramita de hisopo, la sumergerá en el agua y rociará la tienda y a todos los objetos y personas que haya en ella; se hará lo mismo con el que tocó los huesos, al muerto o la tumba. La Biblia Textual 3a Edicion Luego, un hombre limpio tomará una rama de hisopo y la mojará en el agua, y rociará la tienda, todos los utensilios y las personas que estén allí junto con aquel que haya tocado la osamenta o el cadáver o el sepulcro. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Un hombre puro tomará hisopo, lo sumergirá en el agua y rociará la tienda y todos los muebles y personas que allí se encuentren, y también al que haya tocado huesos, o a un hombre asesinado, o a un muerto cualquiera, o un sepulcro. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y una persona limpia tomará hisopo, y lo mojará en el agua, y rociará sobre la tienda, y sobre todos los vasos, y sobre las personas que allí estuvieren, y sobre aquel que hubiere tocado el hueso, o el asesinado, o el muerto, o el sepulcro: |
¡Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve!
así rociará a muchas naciones; delante de él reyes cerrarán la boca; porque verán lo que nunca les había sido contado, y lo que nunca habían oído referir, entenderán.
¶Y para la persona inmunda, tomarán de las cenizas de la quema de aquella ofrenda por el pecado, y sobre ella echarán aguas corrientes, en una vasija;
Rociará pues el limpio al inmundo con aquellas aguas en el día tercero, y en el día séptimo: y cuando se hubiere limpiado del pecado en el día séptimo, lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y estará limpio a la tarde.
En seguida un hombre limpio recogerá las cenizas de la novilla, y las depositará fuera del campamento en un lugar limpio; y serán guardadas para la Congregación de los hijos de Israel, a fin de preparar aguas para la impureza: es ofrenda por el pecado.
Y por su causa yo a mí mismo me santifico, para que ellos también sean santificados con la verdad.
Mas de él procede el que seáis vosotros en Cristo Jesús; el cual por parte de Dios nos ha sido hecho sabiduría, y justicia, y santificación, y redención;
¿cuánto más la sangre de Cristo (el cual por medio del Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mácula a Dios) limpiará vuestra conciencia de las obras muertas, para servir al Dios vivo?
Porque cuando Moisés hubo proclamado cada mandamiento de la ley, a todo el pueblo, tomando la sangre de los becerros y de los machos de cabrío, con agua y lana escarlata e hisopo, roció al libro mismo así como a todo el pueblo,