Dijo, pues, que los destruiría; y lo hiciera, si Moisés su escogido no se hubiera puesto a la brecha delante de él, a fin de volver atrás su ira, para que no los destruyese.
Números 11:2 - Biblia Version Moderna (1929) Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se a apagó. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se extinguió. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que el pueblo pidió ayuda a gritos a Moisés, y cuando él oró al Señor, el fuego se apagó. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces el pueblo le suplicó a Moisés. Moisés intercedió ante Yavé y el fuego se apagó. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a YHVH, y el fuego se extinguió. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Clamó entonces el pueblo a Moisés, Moisés intercedió ante Yahveh, y el fuego se apagó. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el pueblo clamó a Moisés, y cuando Moisés oró a Jehová, el fuego se extinguió. |
Dijo, pues, que los destruiría; y lo hiciera, si Moisés su escogido no se hubiera puesto a la brecha delante de él, a fin de volver atrás su ira, para que no los destruyese.
y dijo: ¡Si yo he hallado gracia en tus ojos, oh Señor, vaya, te lo ruego, mi Señor en medio de nosotros, aunque somos un pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tennos por herencia tuya!
Quizá oirá Jehová tu Dios las palabras de Rabsaces, a quien su amo, el rey de Asiria, ha enviado para vituperar al Dios vivo, y reprenderá las palabras que ha oído Jehová tu Dios; eleva pues la oración a favor del resto que aun nos queda.
ENTONCES Jehová me dijo: Aun cuando se me pusieran delante Moisés y Samuel, mi alma no estaría para con este pueblo: ¡échalos de mi vista, y salgan!
¶Y el rey Sedequías envió a Jucal hijo de Selemías y a Sefanías hijo de Maasías sacerdote, al profeta Jeremías, diciendo: Ora por nosotros, te ruego, a Jehová nuestro Dios.
y dijeron al profeta Jeremías: Rogámoste séate acepta nuestra petición, y ora por nosotros a Jehová nuestro Dios, es a saber, por todo este resto del pueblo; porque pocos hemos quedado de muchos que éramos, así como nos están viendo tus ojos;
Entonces Aarón dijo a Moisés: ¡Ah, señor mío! ¡Ruégote no nos imputes este pecado; porque hemos obrado insensatamente y hemos pecado!
Moisés pues clamó a Jehová, diciendo: ¡Ruégote, oh Dios! ¡sánala, te lo ruego!
Entonces acudió el pueblo a Moisés, diciendo: ¡Hemos pecado, pues que hemos hablado contra Jehová y contra ti! ruega a Jehová para que quite de nosotros las serpientes. Moisés pues rogó por el pueblo.
Simón entonces respondió y dijo: ¡Rogad vosotros por mí al Señor, para que no me sobrevenga ninguna de las cosas que habéis dicho!
¶Porque tal sumo sacerdote nos convenía: Santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores, y hecho más excelso que los cielos;
Confesad pues vuestros pecados los unos a los otros, y orad los unos por los otros, para que seáis sanados. Mucho puede la suplica ferviente del hombre justo.
¶Si alguno viere a su hermano cometer un pecado que no es para muerte, debe pedir, y Dios le dará vida; es decir a los que no pecan para muerte. Hay pecado que es para muerte; no respecto de éste digo que se ha de pedir.