He anunciado tu justicia en la grande asamblea, he aquí, no refrenaré mis labios; Jehová, tú lo sabes.
Marcos 2:2 - Biblia Version Moderna (1929) Y se juntaron muchos, de modo que no cabían ni aun en derredor de la puerta; y les predicaba la palabra. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Biblia Nueva Traducción Viviente Pronto la casa donde se hospedaba estaba tan llena de visitas que no había lugar ni siquiera frente a la puerta. Mientras él les predicaba la palabra de Dios, Biblia Católica (Latinoamericana) se reunió tanta gente que no quedaba sitio ni siquiera a la puerta. La Biblia Textual 3a Edicion Y se reunieron muchos, de modo que ya no había sitio ni aun frente a la puerta; y Él les hablaba la palabra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se reunió tanta gente que ni siquiera cabían delante de la puerta; y él les dirigía la palabra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) E inmediatamente se juntaron muchos, tanto que ya no había lugar, ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. |
He anunciado tu justicia en la grande asamblea, he aquí, no refrenaré mis labios; Jehová, tú lo sabes.
¶Mas después que Juan fué encarcelado, Jesús vino a Galilea, predicando el evangelio de Dios,
Mas él, saliendo, comenzó a publicarlo mucho, y a divulgar la noticia; de manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en la ciudad, sino que estaba fuera en los lugares desiertos. Y venían a él de todas partes.
Y PASADOS algunos días, Jesús volvió a entrar en Capernaum, y se oyó decir que estaba en casa.
¶Y salió otra vez a la orilla del mar; y toda la multitud acudió a él, y les enseñaba.
Y saliendo Jesús, vió una gran multitud, y compadecióse de ellos, porque eran como ovejas que no tienen pastor: y comenzó a enseñarles muchas cosas.
ENTRETANTO, habiéndose juntado a millares y millares las gentes, de manera que unos a otros se atropellaban, comenzó Jesús a decir a sus discípulos primeramente: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía;
¶Y aconteció en uno de aquellos días, que estaba enseñando, y había allí sentados fariseos y doctores de la ley, que habían venido de todas las aldeas de Galilea, de Judea, y de Jerusalem: y el poder del Señor estaba presente con él, para sanar a los enfermos.
Y ACONTECIÓ un poco después, que caminaba por todas las ciudades y aldeas, predicando, y proclamando las buenas nuevas del reino de Dios; y con él iban los doce,
Aquellos, pues, que habían sido esparcidos por la persecución suscitada con motivo de Esteban, fueron hasta Fenicia, y Chipre, y Antioquia, predicando la palabra; mas sólo a los judíos.
¶Y pasaron por la región de Frigia y de Galacia, habiéndoles vedado el Espíritu Santo que predicasen la palabra en la provincia de Asia;
¶Ellos pues, habiendo testificado y hablado la palabra del Señor, se volvieron a Jerusalem; y en muchas de las aldeas de los Samaritanos, publicaron las buenas nuevas.
Pero ¿qué dice? La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón; es decir, la palabra de fe que nosotros predicamos:
que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; reprende, censura, exhorta, con toda longanimidad y paciente enseñanza.