CARGA de Egipto: He aquí que Jehová cabalgará sobre una nube ligera, y entrará en Egipto: y se conturbarán los ídolos de Egipto a su presencia; y se derretirá el corazón de Egipto dentro de él.
Lucas 9:34 - Biblia Version Moderna (1929) Mientras él decía esto, vino una nube y les hizo sombra; y ellos tuvieron temor al entrar en la nube. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Mientras él decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero no había terminado de hablar cuando una nube los cubrió y, mientras los cubría, se llenaron de miedo. Biblia Católica (Latinoamericana) Estaba todavía hablando, cuando se formó una nube que los cubrió con su sombra, y al quedar envueltos en la nube se atemorizaron. La Biblia Textual 3a Edicion Y diciendo él estas cosas, apareció una nube que los cubría con su sombra, y tuvieron temor al entrar en la nube. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mientras él hablaba así, se formó una nube que los envolvió; y quedaron sobrecogidos cuando se vieron dentro de ella. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y diciendo él esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. |
CARGA de Egipto: He aquí que Jehová cabalgará sobre una nube ligera, y entrará en Egipto: y se conturbarán los ídolos de Egipto a su presencia; y se derretirá el corazón de Egipto dentro de él.
Por manera que yo fuí dejado solo; y cuando ví esta gran visión, no quedó en mí esfuerzo, y mi lozanía se me demudó en palidez de muerte, y no retuve fuerza alguna.
Y sucedió que al tiempo que ellos se apartaban de él, Pedro dijo a Jesús: ¡Maestro, bueno es que nos estemos aquí! hagamos, pues, tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías: sin saber lo que decía.
Y hubo una voz, procedente de la nube, que decía: ¡Éste es mi amado Hijo! ¡oídle a él!
Y cuando le ví, caí ante sus pies como muerto; y él puso su diestra sobre mí, diciendo: No temas; yo soy el Primero y el Postrero:
Por lo cual Manoa dijo a su mujer: De seguro que moriremos, porque hemos visto a Dios.
Así vió Gedeón que era el Ángel de Jehová; y dijo Gedeón: ¡Ay de mí, Señor Jehová, porque he visto el Ángel de Jehová cara a cara!