diciendo: Es menester que el Hijo del hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos y los jefes de los sacerdotes y los escribas, y sea muerto, y que resucite al tercer día.
Lucas 9:31 - Biblia Version Moderna (1929) que aparecieron en gloria, y hablaban de su partida, que iba a verificarse en Jerusalem. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén. Biblia Nueva Traducción Viviente Se veían llenos de gloria. Y hablaban sobre la partida de Jesús de este mundo, lo cual estaba a punto de cumplirse en Jerusalén. Biblia Católica (Latinoamericana) Se veían en un estado de gloria y hablaban de su partida, que debía cumplirse en Jerusalén. La Biblia Textual 3a Edicion quienes, habiéndose aparecido en esplendor, hablaban° del éxodo° que Él estaba a punto de cumplir en Jerusalem. Biblia Serafín de Ausejo 1975 que, aparecidos en gloria, hablaban de la partida que él había de cumplir en Jerusalén. Biblia Reina Valera Gómez (2023) que aparecieron con gloria, y hablaban de su partida, la cual Él había de cumplir en Jerusalén. |
diciendo: Es menester que el Hijo del hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos y los jefes de los sacerdotes y los escribas, y sea muerto, y que resucite al tercer día.
Y he aquí que dos varones hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías,
¶Al día siguiente, Juan ve a Jesús que venía hacia él, y dice: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Empero nosotros todos, con rostro descubierto, mirando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados en la misma semejanza, de gloria en gloria, así como por el Espíritu del Señor.
el cual transformará nuestro vil cuerpo, para que sea hecho semejante a su cuerpo glorioso, según la operación de aquel poder con que puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.
Cuando Cristo, el cual es nuestra vida, sea manifestado, entonces vosotros también seréis manifestados juntamente con él en gloria.
¶Por fe José, al morir, hizo mención del éxodo de los hijos de Israel, y dió orden respecto de sus huesos.
Y el Dios de toda gracia, que os ha llamado a su eterna gloria en Cristo, después que hayáis sufrido por un poco de tiempo, él mismo os perfeccionará, os afirmará, os fortalecerá.
Y también haré lo posible para que podáis en todo tiempo, después de mi partida, conservar memoria de estas cosas.
Y yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Éstos son los que salen de la grande tribulación, y lavaron sus ropas, y las emblanquecieron en la sangre del Cordero.