Y cuando bajaban las aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, las ahuyentaba Abram.
Lucas 8:5 - Biblia Version Moderna (1929) Salió un sembrador a sembrar su simiente; y como iba sembrando, parte cayó a lo largo del camino; y fué hollada, y las aves del cielo se la comieron. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, y fue hollada, y las aves del cielo la comieron. Biblia Nueva Traducción Viviente «Un agricultor salió a sembrar. A medida que esparcía las semillas por el campo, algunas cayeron sobre el camino, donde las pisotearon y los pájaros se las comieron. Biblia Católica (Latinoamericana) El sembrador salió a sembrar. Al ir sembrando, una parte del grano cayó a lo largo del camino, lo pisotearon y las aves del cielo lo comieron. La Biblia Textual 3a Edicion El sembrador salió a sembrar su semilla, y al sembrarla, una cayó junto al camino y fue pisoteada, y las aves del cielo la comieron. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Salió el sembrador a sembrar su semilla. Y según iba sembrando, parte de la semilla cayó al borde del camino; fue pisoteada, y los pájaros del cielo se la comieron. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El sembrador salió a sembrar su semilla; y al sembrarla, una parte cayó junto al camino, y fue hollada; y las aves del cielo la comieron. |
Y cuando bajaban las aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, las ahuyentaba Abram.
Desprecias a todos los que se desvían de tus estatutos; porque una mentira es el engaño de ellos mismos.
Y él respondiendo, les dijo: El que siembra la buena simiente es el Hijo del hombre;
¶Vosotros sois la sal de la tierra: pero si la sal hubiere perdido su sabor, ¿con qué será ella misma salada? No sirve ya para nada, sino para ser echada fuera y hollada de los hombres.
Y éstos son aquellos de a lo largo del camino, en quienes la palabra es sembrada; mas cuando han oído, en seguida viene Satanás y se lleva la palabra que en ellos fué sembrada.
¶Y cuando se iba reuniendo una inmensa muchedumbre de pueblo, y las gentes de ciudad tras ciudad venían acudiendo a él, les habló por una parábola, diciendo:
Y otra parte cayó sobre la roca; y cuando nació, se secó, porque no tenía humedad.
POR lo cual debemos dar más solícita atención a las cosas que hemos oído, no sea que acaso, como vasos rajados, las dejemos escurrir.