Διαδικτυακή Βίβλος

Διαφημίσεις


Ολόκληρη η Βίβλος Παλαιά Διαθήκη Καινή Διαθήκη




Lucas 8:44 - Biblia Version Moderna (1929)

llegándose por detrás de él, tocó el borde de su vestido; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.

Δείτε το κεφάλαιο
προβολή Interlinear Bible

Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Nueva Traducción Viviente

Acercándose a Jesús por detrás, le tocó el fleco de la túnica. Al instante, la hemorragia se detuvo.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Católica (Latinoamericana)

se acercó por detrás y tocó el fleco de su manto. Al instante se le detuvo el derrame.

Δείτε το κεφάλαιο

La Biblia Textual 3a Edicion

acercándose por detrás, se agarró del borde de su manto; y al instante el flujo de su sangre se detuvo.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

acercándose por detrás, le tocó el borde del manto, e inmediatamente cesó su flujo de sangre.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

vino por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se estancó el flujo de su sangre.

Δείτε το κεφάλαιο
Άλλες μεταφράσεις



Lucas 8:44
15 Σταυροειδείς Αναφορές  

y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo que es recto a sus ojos, y prestares oídos a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, entonces no enviaré sobre ti ninguna enfermedad de las que envié sobre los Egipcios; porque yo soy Jehová tu Sanador.


Para vosotros empero que teméis mi Nombre, se levantará el Sol de justicia, trayendo salud eterna en sus alas; y saldréis vosotros, saltando alegres como terneros cebados.


Y Jesús, compadecido de ellos,les tocó los ojos; y al instante recibieron la vista, y le siguieron.


Y extendiendo la mano, le tocó, diciendo:  Quiero: sé limpio.  Y al instante su lepra fué limpiada.


Y he aquí una mujer que hacía doce años que padecía flujo de sangre, llegándose por detrás de él, tocó el borde de su vestido;


Y dondequiera que entraba, en aldeas, o en ciudades, o en los campos, ponían a los enfermos en las plazas, y le rogaban les permitiese tocar siquiera el borde de su vestido: y cuantos le tocaron, quedaron sanos.


Y puso sobre ella las manos; y al instante ella se enderezó, y glorificaba a Dios.


y poniéndose detrás de él, junto a sus pies, llorando, comenzó a regar éstos con lágrimas, y los limpiaba con los cabellos de su cabeza; y los besaba fervorosamente, y los ungió con el ungüento.


¶Y una mujer que hacía doce años que padecía flujo de sangre, la cual había gastado en médicos todo su sustento, y no había podido ser sanada por ninguno,


Y dijo Jesús: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negándolo todos, dijo Pedro, y los que con él estaban: ¡Maestro, las turbas de gente te aprietan y oprimen! y tú dices: ¿Quién me ha tocado?


Mas el que había sido sanado no sabía quién era, porque Jesús se había retirado luego de él por haber un gentío en aquel lugar.


de tal manera que de sobre su cuerpo se les llevaron a los enfermos pañuelos y delantales; con lo cual se apartaron de ellos las enfermedades, y salieron los espíritus malignos.


de tal manera que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, su sombra siquiera cayese sobre alguno que otro de ellos.


Te harás flecos sobre los cuatro bordes del manto con que te cubres.