Y respondió: Saldré, y seré espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas. Y él dijo: Le engañarás, y también lograrás el intento. Sal, y hazlo así.
Lucas 8:32 - Biblia Version Moderna (1929) Pero había allí una piara de muchos cerdos paciendo en la montaña: y le rogaron los demonios que les permitiese entrar en ellos. Y se lo permitió. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Había allí un hato de muchos cerdos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso. Biblia Nueva Traducción Viviente Sucedió que había una gran manada de cerdos alimentándose en una ladera cercana, y los demonios le suplicaron que les permitiera entrar en los cerdos. Entonces Jesús les dio permiso. Biblia Católica (Latinoamericana) Había en ese lugar un gran número de cerdos comiendo en el cerro. Los demonios suplicaron a Jesús que les permitiera entrar en los cerdos, y él se lo permitió. La Biblia Textual 3a Edicion Y había allí una piara de muchos cerdos paciendo en el monte; y le rogaron que los dejara entrar en ellos; y los dejó. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Había por allí, paciendo en el monte, una gran piara de cerdos. Los demonios le suplicaron que les permitiera entrar en ellos, y él se lo permitió. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y había allí un hato de muchos puercos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y los dejó. |
Y respondió: Saldré, y seré espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas. Y él dijo: Le engañarás, y también lograrás el intento. Sal, y hazlo así.
¿No le has cercado en derredor, así a él como a su casa y a todo lo que tiene? Has bendecido la obra de sus manos de modo que su hacienda se ha acrecentado asombrosamente en la tierra.
Entonces dijo Jehová a Satanás: He aquí que todo lo que tiene lo doy en tu mano; sólo que no pongas tu mano en él mismo. Con lo cual salió Satanás de ante la presencia de Jehová.
Dijo pues Jehová a Satanás: He aquí que él está en tu mano; mas guarda su vida.
Una vez ha hablado Dios, dos veces he oído esto, que el poder pertenece a Dios;
que se sientan en los sepulcros, y tienen la noche en las bóvedas; que comen carne de cerdo, y en sus ollas hay caldo de cosas abominables;
El que degüella un toro, es como el que mata a un hombre; el que sacrifica una oveja, como el que corta la cabeza a un perro; el que hace ofrenda vegetal, como quien presenta sangre de cerdo; el que quema incienso, como el que bendice a un ídolo: sí, ellos han escogido sus propios caminos, y sus almas se complacen en sus abominaciones.
Y el cerdo; pues aunque es de pezuña, teniendo la pata dividida en dos uñas, no rumia: será inmundo para vosotros.
¶No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos; no sea que las rehuellen con sus pies, y volviéndose sobre vosotros, os despedacen.
Entonces los demonios, saliendo del hombre, entraron en los cerdos; y la piara lanzóse furiosamente por un despeñadero en el lago, y se ahogó.
Jesús le respondió: No tendrías potestad alguna contra mí, si no te hubiera sido dada de arriba: por esto el que me ha entregado a ti, tiene mayor pecado.
¶Vosotros sois de Dios, hijitos, y los habéis vencido; porque mayor es Él que está en vosotros, que el que está en el mundo.
¶Y cuando fueren acabados los mil años, Satanás será desatado de su prisión,