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Lucas 4:41 - Biblia Version Moderna (1929)

Demonios también salían de muchos, clamando y diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Mas él, reprendiéndoles, no les permitía hablar; porque sabían que era él el Cristo.

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Biblia Reina Valera 1960

También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Muchos estaban poseídos por demonios, los cuales salieron a su orden gritando: «¡Eres el Hijo de Dios!». Pero como ellos sabían que él era el Mesías, los reprendió y no los dejó hablar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

También salieron demonios de varias personas; ellos gritaban: 'Tú eres el Hijo de Dios', pero él los amenazaba y no les permitía decir que él era el Mesías, porque lo sabían.

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La Biblia Textual 3a Edicion

También salían demonios de muchos, vociferando y diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Pero reprendiéndolos, no les permitía hablar estas cosas, porque sabían que Él era° el Mesías.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

También los demonios salían de muchos, gritando: 'Tú eres el Hijo de Dios'. Pero él les increpaba y no les permitía decirlo, porque sabían que él era el Cristo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y también salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres Cristo, el Hijo de Dios. Pero Él les reprendía y no les dejaba hablar; porque sabían que Él era el Cristo.

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Άλλες μεταφράσεις



Lucas 4:41
14 Σταυροειδείς Αναφορές  

Mas Jesús callaba.  Y el sumo sacerdote le dijo:  ¡Te conjuro por el Dios vivo, que nos digas, si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios!


Y acercándose el tentador, le dijo:  Si Hijo eres de Dios, manda que estas piedras se hagan panes.


Y cuando era la tarde, le trajeron muchos endemoniados; y echó fuera los demonios con una palabra; y sanó a todos los que tenían algún mal:


Y, he aquí, clamaron, diciendo: ¿Qué tenemos nosotros que ver contigo, oh Hijo de Dios? ¿viniste acá para atormentarnos antes de tiempo?


Y le dijo Jesús: Mira, no lo digas a nadie, sino vé, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que mandó Moisés, para que les conste.


Y reprendióle Jesús, diciendo: ¡Enmudece, y sal de él!


¶y por la tarde, cuando se puso el sol, le traían todos los que estaban enfermos, y los endemoniados;


¶Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas dolencias, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.


Los espíritus inmundos también, siempre que le veían, caían en tierra delante de él, y gritaban, diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios!


E inclinóse sobre ella, y reprendió a la fiebre, y la fiebre la dejó; y ella, levantándose al instante, les servía,


éstas empero han sido escritas, para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.


Tú crees que Dios es uno solo. Bien haces: también los demonios lo creen, y tiemblan.