y tomó los tesoros de la Casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey, en fin, lo tomó todo: tomó también todos los escudos de oro que había hecho Salomón.
Lucas 21:1 - Biblia Version Moderna (1929) Y ALZANDO los ojos, vió a los ricos que echaban sus dones en el arca de las ofrendas. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras Jesús estaba en el templo, observó a los ricos que depositaban sus ofrendas en la caja de las ofrendas. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús levantó la mirada y vio a unos ricos que depositaban sus ofrendas en el arca del tesoro del Templo. La Biblia Textual 3a Edicion Y levantando los ojos, vio a los ricos echando sus ofrendas en el arca de las ofrendas,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Levantó luego la vista y vio que los ricos echaban sus ofrendas en el tesoro. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y levantando la vista, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. |
y tomó los tesoros de la Casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey, en fin, lo tomó todo: tomó también todos los escudos de oro que había hecho Salomón.
Mas el sacerdote Joiada tomó un arca, y abrió un agujero en la tapa de ella; y la colocó junto al altar, a la mano derecha de cualquiera que entraba en la Casa de Jehová; y los sacerdotes que guardaban la puerta echaban allí todo el dinero que ingresaba en la Casa de Jehová.
Y sacó de allí todos los tesoros de la Casa de Jehová, y los tesoros de la casa real; y cortó en pedazos todas las alhajas de oro que había hecho Salomón rey de Israel para el Templo de Jehová; como lo había dicho Jehová.
¶Y todos los vasos de la Casa de Dios, así grandes como pequeños, con los tesoros de la Casa de Jehová, y los tesoros del rey y de sus príncipes, lo hizo llevar todo a Babilonia.
Y puse por superintendentes de los almacenes a Selemías sacerdote, y a Sadoc escriba, y de los levitas a Pedaya; y al lado de ellos estaba Hanán hijo de Zacur, hijo de Matanías; porque éstos eran reputados hombres fieles; y era de su obligación repartir a sus hermanos.
Y los jefes de los sacerdotes, recogiendo los siclos de plata, dijeron: No es lícito echarlos en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre.
los cuales se tragan las casas de las viudas, y, por un disfraz, hacen largas oraciones: éstos recibirán más abundante condenación.
Estas palabras dijo Jesús en la Tesorería, enseñando en el Templo; y nadie le prendió; porque todavía no había llegado su hora.
Mas toda la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro, consagrados son a Jehová; al tesoro de Jehová han de ingresar.
Y quemaron a fuego la ciudad con cuanto en ella había; sólo que la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro, los pusieron en el tesoro de la Casa de Jehová.